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Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación (iglesia Sto. Cristo de la Salud-Málaga)

Oración conjunta católico-ortodoxa con motivo de la Jornada por el Cuidado de la Creación
Publicado: 01/09/2017: 2667

Homilía pronunciada por el obispo de Málaga, Mons. Jesús Catalá, en la oración ecuménica en la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, el 1 de septiembre de 2017.

JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN
POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN
(Iglesia Cristo Salud-Málaga, 1 septiembre 2017)

Lecturas: Gn 2,4-9,15; Sal 66, 1-9; Rm 8, 18-24; Lc 20,9-16.

1.- Hace dos años el papa Francisco publicaba la encíclica “Laudato si” sobre “el cuidado de la creación. El Santo Padre quería que nos sensibilizáramos en el cuidado y en el respeto de la creación. En la encíclica aborda los principales problemas sobre la relación del ser humano con sus semejantes y con la naturaleza. Para hacer frente a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a los perniciosos efectos de la contaminación ambiental es necesaria una respuesta decidida y urgente de creyentes y no creyentes.
El Papa nos invita a practicar una “ecología integral”, asumiendo las responsabilidades personales y comunitarias en el progresivo deterioro del medio ambiente durante los últimos años.
Como consecuencia de una libertad mal entendida, del egoísmo y de las necesidades inmediatas, el hombre de hoy está “expuesto a su propio poder, que sigue creciendo, sin tener los elementos para controlarlo. Puede disponer de mecanismos superficiales, pero podemos sostener que le falta la ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación” (Papa Francisco, Laudato si, 105).

2.- El ser humano, como nos narra el libro del Génesis, ha sido creado a imagen y semejanza de Dios; y ha recibido del Creador el encargo de cuidar de la creación. Debe cuidar todos los seres, y de modo especial al hombre. La creación sale hermosa de las manos de Dios; el término griego (kosmos) expresa hermosura, armonía, belleza. Y es el hombre quien destruye esa belleza. Hemos maltratado la creación, que salió hermosa de las manos de Dios.
Los obispos de la Comisión episcopal de Pastoral Social nos recuerdan: “Cuando el cosmos y la naturaleza son contemplados sin referencia a Dios y sin tener en cuenta las necesidades de los hermanos, pueden llegar a concebirse como un depósito, del que se pueden extraer sus riquezas de acuerdo con los egoísmos desmedidos de los individuos de cada continente. Ante estos abusos, la creación protesta a través de fenómenos naturales extraordinarios y por medio de los desastres ecológicos. Estas manifestaciones violentas de la naturaleza nos están indicando que es necesario respetar la creación y no manipularla” (Mensaje ante la Jornada mundial de Oración por el cuidado de la Creación. Madrid, 1.09.2017).
El ser humano, el más excelente de la creación, también es hoy en día maltratado y asesinado: desde el seno materno hasta los momentos finales de su vida. Tenemos que ser ante nuestros contemporáneos la voz que defienda el respeto de la creación.

3.- Necesitamos tener una mirada creyente para cuidar de la creación. Los cristianos creemos en Dios y estamos invitados a contemplar todo lo creado como un espejo, en el que se refleja la bondad, el amor y la belleza de nuestro Dios.
Si miramos la creación desde la fe, sabremos respetarla. Los que miran la creación desde intereses económicos, políticos y otros la destruyen. Hemos de mirar los seres desde la mirada de Dios trino; porque Él fue quien los creó. Cuando no miramos con la mirada de Dios y no amamos con su amor, destruimos las cosas. En esta Jornada se nos invita a mirar desde la fe la hermosa obra de la creación.
Los cristianos hemos de ser los primeros en asumir que la fe en Jesucristo nos ofrece fundamentos extraordinarios para la práctica de una “ecología integral” y para el desarrollo pleno de la humanidad.

4.- Necesitamos también una conversión. Todos debemos convertirnos; también los políticos, los empresarios, los economistas. El papa Francisco nos pide que llevemos una vida coherente y sobria, en la que no malgastemos ni desperdiciemos las riquezas y recursos naturales: agua, árboles, minerales. Esta oración de hoy debe animarnos a cuidar mejor la creación entera.
Todos los habitantes del planeta hemos de progresar en una sincera “conversión ecológica integral”, asumiendo que “el cuidado de la casa común exige un cambio profundo de aquellos criterios, tan arraigados en la cultura actual, que favorecen el consumismo y la búsqueda de los propios intereses, olvidando la dimensión espiritual de la persona y las necesidades de nuestros semejantes. Esta conversión ecológica, que ha de concretarse en el uso moderado de bienes materiales, en el control de los gastos superfluos y en la atención de los más frágiles, exige un cambio efectivo de mentalidad y de estilo de vida, en las opciones de consumo y en las inversiones, escuchando la voz del Creador, buscando la verdad y trabajando por el bien común” (Ibid.).

5.- Para que los cristianos y los restantes seres humanos no olvidemos nuestra responsabilidad en el cuidado de la creación y renovemos nuestra adhesión a la custodia de la creación, el papa Francisco, en comunión con las Iglesias ortodoxas, nos convoca cada año, el día 1 de septiembre, a celebrar la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la Creación.
El Papa y el Patriarca ecuménico Bartolomé han escrito un Mensaje conjunto para esta ocasión. Nos recuerdan que la tierra es un don y un legado sublime, que nos ha sido confiado y del que todos somos responsables hasta que, «al final», todas las cosas en el cielo y en la tierra serán recapituladas en Cristo (cf. Ef 1,10).
Hacen hincapié en las actitudes negativas ante la creación: “La historia del mundo presenta un contexto muy diferente. Revela un escenario moralmente decadente donde nuestra actitud y comportamiento hacia la creación oscurece nuestra vocación como cooperadores de Dios. Nuestra propensión a interrumpir los delicados y equilibrados ecosistemas del mundo, nuestro deseo insaciable de manipular y controlar los recursos limitados del planeta, y nuestra codicia ilimitada de ganancias en los mercados, todo esto nos ha alejado del sentido original de la creación. No respetamos ya la naturaleza como un regalo compartido; por el contrario, la consideramos una posesión privada. Ya no nos relacionamos con la naturaleza para sostenerla, sino que la dominamos para sostener nuestras propias invenciones” (Papa Francisco y Patriarca ecuménico Bartolomé, Mensaje conjunto en la Jornada mundial de Oración por la Creación. Vaticano-Fanar, 1.09.2017).

6.- Hoy celebramos, en esta Iglesia del Santo Cristo de la Salud en Málaga, una oración conjunta los fieles católicos y los ortodoxos.
Unidos en un mismo interés por el regalo de la creación de Dios y reconociendo la tierra como un bien a compartir, damos gracias a Dios por la creación.
Elevamos súplicas al Creador por la conversión de quienes, considerándose dueños de la misma, abusan de sus recursos y se olvidan de millones de hermanos que, en distintos lugares del planeta, sufren hambre, enfermedades y miseria, debido a una mala distribución de los bienes de la creación, que Dios quiere que lleguen a todos.
Pedimos a Dios que ilumine nuestros ojos desde la fe, para respetar la creación y para animar a nuestros contemporáneos a un mayor respeto por ella. Amén.

 

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