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El ejercicio de la caridad en los primeros cristianos (y II)

Publicado: 24/03/2014: 8137

La asistencia a los enfermos ocupaba un lugar privilegiado en la accio

Es verdad que hasta el siglo IV no se construyeron hospitales, pues los cristianos se encontraban en una situación de ilegalidad. A partir de este siglo, con la paz constantiniana, se resolvió esta situación con la creación de casas de acogida para enfermos, huérfanos y peregrinos.

La hospitalidad fue también otra forma del ejercicio de la caridad; especialmente en las grandes ciudades como Roma o Alejandría, muy frecuentadas por peregrinos que iban a venerar las sepulturas de sus mártires. Los obispos exhortan a los cristianos residentes a que abran sus casas para acoger a los peregrinos sin recursos. Y para evitar abusos, los peregrinos deben llevar una carta de recomendación de sus respectivos obispos. Un ejemplo de este tipo de recomendación es la epístola de tercera de san Juan.

La literatura cristiana referente a la práctica de la caridad es abundantísima: la "Didaché", la Carta de san Clemente a los Corintios, "El Pastor" de Hermas, La Didascalia y otros numerosos escritos de los siglos II y III, manifiestan la obligación de todos los cristianos a colaborar con la Iglesia en la atención a los pobres.

Desde entonces, la labor caritativa de la Iglesia se ha sucedido ininterrumpidamente a lo largo de los siglos, y actualmente está más vigente que nunca.

Autor: Santiago Correa, párroco en S. Ignacio y Sta. Marí

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