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Miércoles 25 de diciembre: Navidad

Publicado: 26/12/2013: 2789

Una de las personalidades más extrañas de la Iglesia primitiva es la de Hipólito de Roma (170?-235). Presbítero, el primer antipapa de la Historia, mártir y santo. Dotado de una gran cultura, escribió mucho. Algunos escritos muy significativos como su "Crónica" en la que describe los puertos y lugares de las costas desde Alejandría a España, donde los barcos pueden repostar y obtener agua potable; una especie de guía de navegación.

En su obra "Tradición apostólica", en la tercera parte "usos y costumbres de la Iglesia", enumera los frutos que pueden ser bendecidos: uvas, higos, granadas, aceitunas, peras, manzanas, moras, melocotones, cerezas, almendras y ciruelas. No se bendicen la sandía, ni el melón, ni el pepino, ni los hongos, ni el ajo, ni las legumbres. Desconocemos la explicación de esta costumbre litúrgica.

De interés, por la próxima celebración de la Navidad, Hipólito, en el año 204, escribió el "Comentario sobre Daniel", en el que, por primera vez, aparecen en la literatura patrística el 25 de diciembre y el 25 de marzo como las fechas del nacimiento y la muerte del Señor. Afirma que Jesús nació un miércoles 25 de diciembre del año 42 del emperador Augusto. Si el texto no está interpolado, sabemos que ya en Roma, a principios del siglo III, se celebraba la Navidad. Fiesta litúrgica muy venerada por los antiguos cristianos y anterior al culto pagano del "Sol Invictus" del emperador Aureliano (270-275). 

Autor: Santiago Correa, párroco en S. Ignacio y Sta. Marí

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