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Los Concilios en la Iglesia Católica

Publicado: 07/05/2013: 88844

El papa Benedicto XVI ha proclamado el Año de la fe. Pero hoy no basta con la fe del carbonero. La fe debe ser ilustrada.

Jesús transmitió las verdades de la fe en un lenguaje muy sencillo; nunca utilizó formulaciones abstractas, teóricas o filosóficas. Quien primero intentó dar a la fe una formulación teológica fue san Juan Evangelista. El Evangelio nos dice que Jesucristo es Dios. San Juan utiliza una terminología teológica: Jesucristo es el Logos del Padre. La Iglesia lo formula dogmáticamente: el Hijo de Dios es "consustancial" con el Padre.  El punto de partida en el contenido de la fe es siempre la verdad revelada. El Magisterio de la Iglesia se sirve de la Tradición y de la Escritura para comunicar al pueblo las verdades de la fe. La Iglesia ejerce su magisterio de muchas formas. Una de ellas es mediante los concilios. Estos son muy variados: concilios provinciales, sínodos diocesanos y sobre todo concilios ecuménicos. 

El concilio ecuménico es el ejercicio del magisterio ejercido por todos los obispos dispersos por el mundo y en comunión con el Papa; es el acto supremo de la colegialidad episcopal. 

En los primeros siglos ocurrió que las convocatorias de estas asambleas episcopales fueron protagonizadas por los emperadores, como sucedió en el Concilio de Nicea (a. 325). Pero no tuvieron valor ecuménico sin la aceptación del Romano Pontífice, bien por medio de legados o bien suscribiendo el contenido del Concilio. 

Muchos cristianos en la actualidad acusan a la Teología elaborada por los concilios, de ser ésta la culpable de alejar al cristianismo de su misión religiosa, de haber helenizado al cristianismo con tantas formulaciones dogmáticas. No podemos olvidar que el hombre es un ser racional, que nuestro entendimiento sólo digiere una verdad cuando ésta se estructura racionalmente. 

Los concilios no siempre tratan temas doctrinales, lo hacen también sobre cuestiones disciplinares o de índole política o social y siempre con fines pastorales. Y ¿por qué su extraña cronología? Sencillamente porque cada concilio ecuménico sale al paso de una urgente necesidad, bien dogmática o moral o social o política. 

Hasta el presente, los concilios ecuménicos han sido 21. El primero el de Nicea (325) y el último el Vaticano II (1962-65). 

Todos ellos fueron y son grandes acontecimientos en la Iglesia y siguen siendo y son una luz para los cristianos que, como peregrinos, caminamos hacia la meta: el cielo. El recuerdo y el contenido de los mismos pueden ayudarnos a iluminar nuestra fe en el Año de la fe.

21 Concilios Ecuménicos

1. Concilio de Nicea, año 325.
2. Concilio Primero de Constantinopla, año 381.
3. Concilio de Éfeso, año 431.
4. Concilio de Calcedonia, año 451.
5. Concilio Segundo de Constantinopla, año 553.
6. Concilio Tercero de Constantinopla, años 680-681.
7. Concilio Segundo de Nicea, año 787.
8. Concilio Cuarto de Constantinopla, año 869.
9. Concilio Primero de Letrán, años 1123-1124.
10. Concilio Segundo de Letrán, año 1139.
11. Concilio Tercero de Letrán, año 1179.
12. Concilio Cuarto de Letrán, año 1215.
13. Concilio Primero de Lyon, año 1245.
14. Concilio Segundo de Lyon, año 1274.
15. Concilio de Viena, años 1311-1312.
16. Concilio de Costanza, año 1417.
17. Concilio de Florencia, año 1431.
18. Concilio Quinto de Letrán, año 1512.
19. Concilio de Trento, años 1545-1563.
20. Concilio Vaticano Primero. Convocado por el Papa Pío IX en 1869. Concluyó en 1870.
21. Concilio Vaticano II, años 1962-1965. Convocado por Juan XXIII. Celebramos el 50 aniversario.

Autor: Santiago Correa

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