NoticiaJornada Mundial de los Pobres La Jornada Mundial de los Pobres invita a orar con y por ellos Publicado: 07/11/2024: 36 Testimonios El 17 de noviembre, la Iglesia católica celebra la VIII Jornada Mundial de los Pobres. En esta ocasión, el papa Francisco ha querido vincularla al año dedicado a la oración, en vísperas del Jubileo del 2025. Bajo el lema “La oración del pobre sube hasta Dios” (cfr. Si 21,5), invita a ofrecer, entre los bienes más necesarios, la atención espiritual a los pobres, que también «tienen necesidad de Dios y de alguien que sea signo concreto de su escucha y cercanía». La Jornada Mundial de los Pobres, cita obligada para toda comunidad eclesial, invita este año a escuchar de modo especial la oración de los pobres, tomando conciencia de su presencia y su necesidad. En su mensaje, el Papa invita a ser, «en toda circunstancia, amigos de los pobres, siguiendo las huellas de Jesús, que fue el primero en hacerse solidario con los últimos». En el marco del Jubileo dedicado a la esperanza, esta jornada, afirma el vicario de la Acción Sociocaritativa, Juan Manuel Ortíz Palomo, nos recuerda que «tenemos cerca a multitud de hombres y mujeres que viven bajo el yugo de la pobreza en sus distintas formas: personas privadas de libertad, los enfermos y el mundo de la salud, quienes viven sin lo necesario, quienes aún hoy son víctimas del hambre o sufridores de la pobreza eco-social, de la crisis climática, o aquellos que tienen que dejar su tierra buscando no un futuro mejor, sino al menos un futuro posible». Entre los días 15 y 16 de noviembre, se celebran en Málaga las Jornadas de Formación de Pastoral Social y Cáritas. Entre las áreas a desarrollar se encuentran las periferias que viven las personas migradas y las víctimas de trata. A esas dos periferias, miramos con motivo de este día. Pilar Gallardo, delegada de Migraciones, afirma: «En esta Jornada, se nos invita a hacer nuestra la oración de los pobres. Pienso en las personas a las que se les impide salir de su situación de miseria en sus países de origen, a quienes se les impide acceder a las vías legales y seguras para ejercer su derecho a migrar y tienen que arriesgar sus vidas en busca de un futuro mejor. No he conocido una fe y una esperanza más profunda que la de estos hermanos nuestros, que rezan antes y durante el camino, que agradecen cada paso que dan y se sienten cuidados por Dios en medio de tanto sufrimiento. Tengamos la absoluta certeza de que «la oración del pobre llega hasta la presencia de Dios». En muchas ocasiones, somos esos brazos de Dios, que abrazan y acogen a un hermano en necesidad. Hacer nuestra su oración nos ayuda a estar en comunión con ellos, nos empuja a ofrecerles nuestra amistad, nos enseña a reconocernos pobres y migrantes en esta tierra. Debemos aprender mucho de los pobres, porque todos somos pobres a ojos de Dios. Dejemos que la oración inunde nuestro corazón de su amor, para que la oración se traduzca en caridad, y la caridad no se agote nunca». María Mateo, superiora de las Adoratrices en Málaga, ve en esta jornada una oportunidad para «dar visibilidad a las situaciones de violencia y explotación que viven las mujeres, niñas y hombres víctimas de delitos de trata y distintas formas de esclavitud del siglo XXI: explotación sexual, laboral, matrimonio forzado y otros ámbitos. Estas personas ven truncadas sus vidas debido a las injusticias sociales y privación de derechos, sometidas a situaciones de pobreza en su país de origen y de acogida». Ellas, desde su carisma, «como respuesta al problema de la trata, oramos y ofrecemos acogida cálida, apoyo integral e inserción social que les permita salir del círculo de precariedad en el que se encuentran inmersos debido a la vulnerabilidad que presentan y con una mirada de ternura que les motive a vivir en esperanza».