NoticiaCatedral El Cristo de la Victoria regresa restaurado a la Catedral Publicado: 05/11/2020: 16297 El Cristo de la Victoria, de la Catedral de Málaga, se encuentra de nuevo expuesto al culto en su capilla, desde este jueves 5 de noviembre, tras un proceso de restauración que ha llevado a cabo QUIBLA Restaura. Este trabajo forma parte del empeño de restaurar el rico patrimonio que la Catedral custodia, para ponerlo en valor ante sus visitantes y que sigan cumpliendo el objetivo de acercar a Dios a los fieles. En poco espacio de tiempo se han intervenido tres grandes crucificados que forman parte del arte producido en torno al siglo XVII en Andalucía, y que, en palabras del deán de la Catedral, Antonio Aguilera, «se han convertido en iconos significativos de la Catedral: el Cristo del Perdón, con motivo de la exposición monográfica sobre su autor Pedro de Mena, Granatensis Malacae, que junto a la Dolorosa, fue restaurado por Francisco Naranjo y M. ángeles Mulero en el Palacio Episcopal. El Cristo de la Clemencia, que formaba parte del Calvario que remataba el retablo de la cabecera de la Iglesia del Sagrario, y que ha sido restaurado por Juan Manuel Miñarro en su estudio de Sevilla. , que será expuesta en su ubicación tradicional cuando se acometan las obras de restauración del Sagrario; y, ahora, el Cristo de la Victoria, la última de las obras intervenidas, que procede del antiguo convento de los capuchinos de Málaga y fue tallado por Alonso de Mena y Escalante. Autor este que, sin olvidar la tradición clasicista de la que bebe, muestra en sus esculturas las nuevas claves barrocas marcadas por las disposiciones del Concilio de Trento». El Cristo de la Victoria, obra de Alonso de Mena, data del siglo XVII muestra un crucificado expirante, que mira al cielo antes de morir. Ha sido restaurado por Quibla Restaura en el Obispado de Málaga, un equipo que posibilita que hoy luzca nuevamente esta imagen en la capilla de su mismo nombre, en la Catedral de Málaga. ACTUACIóN El tratamiento ha supuesto la limpieza de la policromía, el tratamiento de protección ante agentes xilófagos y la reparación de elementos dañados por el tiempo. Todo bajo los parámetros de intervención mínima y reversible que ha sido fruto de un equipo multidisciplinar de seis restauradores y restauradoras, dos tallistas y un equipo de químicos. Tras estudiar otros crucificados de Alonso de Mena, se comprobó que el Cristo de la Victoria debió contar en su origen con una cruz arbórea y por tanto, se consensuó con la Catedral la posibilidad de realizar una cruz de nueva factura para sustituir a la que acompañaba al Cristo al no ser la original. Ha sido realizada por el taller de Trillo y Lamas.