El ministerio sacerdotal le llevó a ser vicario parroquial de los Santos Mártires de Málaga, en 1956, tras lo cual fue párroco de Canillas de Albaida y encargado de Archez. 

Desde 1967 hasta 1976 sirvió como vicario parroquial de San Sebastián en Antequera y Capellán del Hospital Municipal en Antequera, fechas en las que también fue párroco de la parroquia de Santa María, del mismo municipio.

Desde 1976 hasta 1987 fue vicario parroquial de la Natividad de Málaga, y desde entonces hasta el año 2002, ejerció de capellán del Hospital Materno Infantil de Málaga.