NoticiaFormación «La Escuela de Teología cura nuestra ceguera» Publicado: 03/06/2015: 28391 En el curso 1989-90, el entonces obispo de Málaga, D. Ramón Buxarrais, inauguró en Málaga la Escuela de Agentes de Pastoral, una inédita apuesta por la formación de los seglares. El sábado 6 de junio, se celebró el acto con motivo del 25 aniversario de la Escuela Teológica Beato Manuel González, en el que participaron numerosos alumnos y ex alumnos. La acogida se realizó en la sede de la Escuela. Desde allí, se trasladaron al Salón de Actos del Colegio de las Esclavas (Calle Liborio García), donde comenzó la jornada. Lourdes Azorín ofreció la ponencia “La formación de la identidad cristiana: un proceso vital” y tras ella, representantes de cada sede subieron al escenario para dar testimonio de su experiencia en este centro. A las 13.15 horas, los asistentes celebraron la Eucaristía para finalizar con la despedida de la promoción que termina y la comida compartida en el claustro de la Sede de la Escuela en Málaga, en calle Santa María, 20. Al concluir la Eucaristía, Loli Fernández, antigua alumna y coordinadora de la Escuela Teológica "Beato Manuel González" recibió de manos del Sr. Obispo la Medalla "Pro Ecclesia Malacitana", de manos del Sr. Obispo. En su homilía, D. Jesús Catalá, afirmó que «la Escuela de Teología nos cura la ceguera que no nos deja ver la realidad de la vida con la luz de Cristo. Es como el ángel Rafael en el libro de Tobias que hemos leído. Nos ayuda a ver las cosas desde su mirada. Es momento de agradecerlo a Dios, alabar a Dios y darle gracias ante la sociedad por las bendiciones que nos ha concedido y proclamar las acciones de Dios en vuestra vida». Tuvo palabras para los responsables de la Escuela Teológica: «Les doy gracias a quienes pusieron en marcha este proyecto y a quienes lo siguen acompañando hoy: Gabriel, los profesores, monitores... Por el clima de fraternidad y eclesialidad que crean y sostienen. El Señor, por boca de Pedro, nos pide "Glorificad a Dios en vuestros corazones dispuestos siempre a dar explicación a todo el que os pida razón de vuestra esperanza". Para ello hay que profundizar en la experiencia de fe, una fe compartida y profesada con gozo». «Como repite el Papa, cuidado con buscarnos a nosotros mismos, con encerrarnos, salgamos a los demás a los más pobres, a las periferias. Hay mucha gente con hambre de Dios y con ignorancia religiosa», recordó Monseñor Catalá, «el Señor valora en el evangelio que hemos leído lo que echa la viuda pobre. No tengáis miedo de dedicar a Dios vuestro tiempo. Realmente compensa y lo habéis expresado en vuestros testimonios hoy. Nos ha enriquecido con sus dones. Dios no se deja ganar jamás en generosidad. Aunque hayáis terminado la Escuela, no dejéis de profundizar en el conocimiento de Dios».