DiócesisHomilías Mons. Dorado

Virgen de la Paz (Ronda)

Publicado: 21/01/2007: 1158

1.- La devoción a la Virgen de la Paz, que se remonta al siglo XII, sigue viva en lo más íntimo del corazón de la mayoría de los Rondeños y se hace especialmente visible en su Fiesta y en esta Novena que nos sirve de preparación. Esta vieja devoción a la Virgen de la Paz tenemos que vivirla en las circunstancias cambiantes de la sociedad de la que formamos parte. Por eso necesitamos intentar comprender mejor el mundo en que nos encontramos: sus problemas, sus valores y deficiencias, sus expectativas y deseos; especialmente cuando se producen situaciones nuevas.

Con este motivo, los Obispos españoles, reunidos en la Asamblea Plenaria, hemos publicado una Instrucción Pastoral titulada ‟Orientaciones morales ante la situación actual de España‶, en la que ofrecemos una aportación al discernimiento que hoy es necesario hacer y que os recomiendo como un documento que es necesario leer y reflexionar.


2.-En este contexto me parece que la fiesta de la Virgen de la Paz es para todos los católicos que vivís en Ronda una fuerte llamada y nos pide una reflexión y un compromiso. El problema radical de nuestro tiempo es el de la negación de Dios y el de vivir como si Dios no existiera. Es lo que llamamos difusión de una mentalidad laicista que no cuenta con Dios y exalta la propia libertad como si fuéramos verdaderos creadores del mundo y de nosotros mismos. En estas circunstancias el ‟fortalecimiento de la fe de los cristianos y el anuncio de Jesucristo aparece como la tarea más importante de nuestra vida y de la acción de la Iglesia, y nos presenta a la Virgen como modelo de fe vivida‶.

Esto supone un gran esfuerzo de renovación espiritual e institucional de nuestras parroquias y de nuestras vidas. Necesitamos una generación de apóstoles, sacerdotes y seglares, con buena formación y profunda experiencia religiosa, entusiastas, esperanzados y fieles a Jesucristo y a la Iglesia. En estas circunstancias la Virgen de la Paz nos hace a los cristianos una llamada especial al candor contra las posturas egoístas, a la limpieza contra las muchas suciedades de nuestro mundo y de nuestra vida; y a la claridad contra la mentira y el encubrimiento de la verdad.


3.- Una llamada al candor, o lo que es lo mismo, a la sinceridad, la sencillez y la pureza de ánimo. La devoción a la Virgen de la Paz es una invitación a la lucha contra la malicia, la astucia, la  hipocresía, el engaño, los intereses personales o de grupo, aunque sea engañando a los demás, abusando y aprovechándonos.

Necesitamos cristianos de corazón candoroso, puro y sencillo.

4.- La Virgen de la Paz nos hace una llamada a la limpieza. Creo que nos encontramos en una sociedad moralmente enferma. Durante estos años se ha llevado a cabo un desmantelamiento sistemático de la moral tradicional que no ha hecho más que destruir.

La Virgen de la Paz es una llamada a la limpieza de oídos, de corazón, de mirada. ‟Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios‶. La difusión de un modo ateo de vida ha cambiado las actitudes morales y fundamentales de muchos para los que ‟todo está permitido‶

5.- La Virgen de la Paz es una llamada a la claridad y a la transparencia.

Una característica de nuestra época es la ambigüedad y la indefinición en cosas fundamentales. ¿Quién dice toda la verdad? Se dice la verdad que interesa. De este modo se borra la línea divisoria del bien y del mal, según interesa. El clima en que vivimos está corrompiendo a todos: en el plano de la vida pública hemos de referirnos a fenómenos tan poco edificantes como el ‟transfugismo‶, el ‟tráfico de influencias‶ y la corrupción.

El mundo necesita claridad, más claridad de las personas.

La vida del cristiano tiene que ser luminosa, clara, transparente, sin hipocresías ni dobleces.

Virgen de la Paz:

Llena nuestros corazones de reconocimiento y entusiasmo por vuestra vocación y misión de evangelizadores.

Inspira en nosotros fortaleza de ánimo y confianza en Dios.

Haznos hombres y mujeres sencillos, limpios de corazón y verdaderos, para que podamos ser colaboradores de la Nueva Evangelización y podamos contribuir a establecer sobre la tierra la civilización de la verdad y del amor, según el deseo de Dios y para su Gloria.

+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Homilías Mons. Dorado
Compartir artículo