«Nuestros Seminarios están en situación de búsqueda»

Publicado: 10/08/2012: 1232

•   Entrevista en el Diario “Ideal” (1975)

 Del 30 de abril al 3 de mayo los Obispos de las dos Provincias Ecle­siásticas andaluzas se reunieron en el Rocío (Huelva).

Al regresar a Málaga Mons. Buxarrais Ventura hizo unas declara­ciones al Diario «Ideal», que publicó el 11 de mayo, y que insertamos a continuación:

-Monseñor, ¿cuál es la situación de los Seminarios de Andalucía?

-La situación de los Seminarios de Andalucía es, creo, la misma de la mayoría de los Seminarios de España y de no pocas diócesis del mun­do católico.

Hasta ahora hemos tenido unos Seminarios del molde tridentino. Y, conste, que no lo digo ni mucho menos con poco aprecio, sino simple­mente constatando un hecho.

La historia ha seguido avanzando y con ella la Iglesia. Ahí está el Concilio Vaticano II por el que el Espíritu nos ha abierto nuevos horizon­tes.

Nuestros Seminarios están, como otros centros docentes de los que no pueden ni deben desentenderse por muchos conceptos, están, digo, en situación de búsqueda. No se trata de una búsqueda a la aventura, como quien no sabe por dónde está el trazo del camino, no. Nuestros Seminarios tienen hitos muy concretos y visibles de los que no nos pode­mos apartar. La Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades está fijando de una manera ágil y acertada estos hitos.

Los Seminarios, pues, de Andalucía no pueden substraerse de este momento histórico y lo viven intensamente. Todas las diócesis andaluzas están buscando camino y comunicándose experiencias.

La Diócesis de Jaén, por ejemplo, está abriéndose paso a través de una experiencia seguida muy de cerca y personalmente por su Obispo.

Y lo que sorprende, por otra parte, es constatar que la Diócesis de Murcia, que también pertenece a la Provincia Eclesiástica de Granada, tiene actualmente un floreciente Seminario Menor, en el que muchos habían perdido sus esperanzas.

De todas maneras, uno y otro caso, necesitan el crisol del tiempo para saber si son o no instrumentos válidos para estos tiempos de Conci­lio Vaticano II.

-Y ya que ha hablado de los Seminarios en general, ¿cuál es la situa­ción del de Málaga, que Monseñor vive más de cerca?

-En Málaga tenemos un Seminario Menor con aproximadamente unos 180 alumnos y el Mayor en Granada con 18 teólogos.

Como puede comprobar por las dos cifras dadas, hay una despro­porción demasiado grande entre los que entran en el Seminario Menor y los que llegan a cursar teología.

No es, ni mucho menos, como algunos pudieran sospechar, por deficiencias disciplinares, pedagógicas o de enfoque en general. El grupo de sacerdotes al frente del Seminario Menor es extraordinario. La causa de la desproporción es muy compleja y amplia; sería prolijo exponerla.

En cuanto a los teólogos, a quienes visito mensualmente, puedo asegurarle que llevan una vida de fe, de apostolado y de entrega al estu­dio, como ni en mis tiempos (años 1945-55) se vivía. Su pobreza y des­prendimiento son estimulantes. Desearía que tanto sacerdotes como se­glares conocieran más de cerca nuestra comunidad de teólogos.

En Málaga hemos empezado ya una nueva y esperanzadora expe­riencia: se trata de lo que llamo el Seminario Mayor Vespertino. En él estudian el primer curso de teología unos cuarenta alumnos aspirantes al sacerdocio, diaconado o ministerios. El porcentaje de asistencia, el inte­rés y la seriedad puesta en los estudios de un alumnado cuya edad media oscila entre los 20 y los 25 años, teniendo en cuenta, además, que o están cursando otros estudios o trabajando en distintas profesiones, nos ofrece un síntoma de esperanza de cara a la solución del problema vocacional.

-¿Se ha adoptado algún acuerdo sobre su futuro?

-Me imagino que se refiere a la reunión habida en el Rocío y en la que participamos los Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Granada y Sevilla.

Pues, sí, uno de los puntos de estudio fue la realidad de nuestros Seminarios y su futuro. Los obispos hemos dado muchas vueltas al asun­to, y hemos hecho un sin número de consultas.

Se trata de poner al alcance de nuestros teólogos y alumnos del Seminario Menor, a través de sus formadores y siempre con el apoyo real del respectivo obispo, la doctrina sobre el sacerdocio y los aspirantes a él, que nos ha dado el Vaticano II; además, se tienen en cuenta todas las orientaciones emanadas de la Santa Sede durante los últimos años y la realidad socio-cultural de nuestra región.

No se trata de ningún documento propiamente dicho. Ya los hay. Se trata más bien de tener unos puntos de referencia muy concretos que nuestros Seminarios andaluces deben tener en cuenta. Serán unas orien­taciones que deberán conocer nuestros sacerdotes y todo cristiano rela­cionado próxima o remotamente con la pastoral vocacional.

-Según nuestras noticias, en la reunión de Huelva se ha tratado de la fe y religiosidad del pueblo andaluz. ¿Cómo es?

-Así es. Existen ya unos esquemas de una posible pastoral de los Obispos del Sur sobre la renovación evangélica del catolicismo popular en nuestras regiones de Andalucía y las Islas Canarias.

Estoy convencido que es una pastoral esperada; esperada, sobre todo, porque todos vemos la necesidad de potenciar la renovación evan­gélica en las manifestaciones religiosas de nuestro pueblo.

Es de esperar que esta pastoral trace un camino ancho y abierto hacia el futuro. No será, ni mucho menos, una pastoral cerrada.

Como botón de muestra le diré que uno de los pastoralistas consul­tados, con el cual algunos obispos están de acuerdo, habla de un nuevo catolicismo popular que está surgiendo ya de nuestro pueblo, y frente al cual la juventud se muestra positivamente sensibilizada.

-En sus visitas pastorales por la Diócesis ha tenido ocasión de cono­cer más de cerca al pueblo malagueño. ¿Es mejor o peor de lo que había pensado?

-Bueno, creo que es prematuro hablar de un conocimiento del pue­blo malagueño. Me parece que todavía no lo conozco suficientemente; pero, eso sí, lo quiero con todo el corazón.

La predisposición de amor hacia un pueblo facilita su conocimien­to. Espero que el Señor me ayudará a conocer cada día más al pueblo malagueño para poder servirlo mejor.

No quiero, sin embargo, desaprovechar esta oportunidad para ex­presar mi admiración por el mundo rural de nuestra Diócesis. La Visita Pastoral a la Zona de Ronda me lo está dando a conocer, y crea que mu­chas veces regreso a Málaga con el corazón henchido de gozo por los valores morales y la cultura popular tan extraordinaria que constato en nuestros pueblos y cortijos.

Andalucía tiene mucho que decir a España entera. Lástima que to­davía no se le ofrezcan todas las posibilidades de expresión que necesita.

Málaga, 10 de Mayo de 1975. 

Autor: Diario "Ideal"

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