NoticiaDiócesis La catedral ha acogido este domingo el sacramento del bautismo Publicado: 07/01/2011: 10768 Este domingo, fiesta del Bautismo del Señor, el Sr. Obispo ha presidido en la catedral el sacramento del bautismo. Se volverá a celebrar este sacramento en el primer templo malagueño los días 23 de abril (Vigilia Pascual) y 8 de mayo (tercer domingo de Pascua). Hace pocas semanas también se celebró el sacramento de la confirmación. El motivo es, según el prefecto de Liturgia, José León, que el Sr. Obispo quiere que en la Catedral se celebren todos los sacramentos. La comunión se celebra todos los días, las ordenaciones sacerdotales todos los años, los matrimonios, durante todo el año en la iglesia capitular del Sagrario, la penitencia todos los días. Los únicos sacramentos que faltaban por celebrar eran el bautismo y la confirmación. Cuando los padres acuden a la Iglesia para bautizar a sus hijos se comprometen a educarlos en la fe. Hoy nos detenemos en este compromiso. ¿Por qué bautizar a los hijos? Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Y para los padres cristianos, la fe es fundamental, por eso bautizan a sus hijos, para transmitirles lo mejor que ellos recibieron. En el Catecismo de la Iglesia Católica podemos leer que el primer sacramento de la iniciación cristiana es el bautismo y recibe este nombre porque bautizar significa "sumergir" en el agua, y quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con él como una "nueva criatura". Para recibir el bautismo lo único que se exige al que va a ser bautizado es que exprese y haga pública su fe. En el caso del adulto, que lo haga personalmente; y en el caso de los niños, por medio de sus padres y de la Iglesia. Los padrinos y la comunidad parroquial también tienen una gran responsabilidad, tanto en la preparación del bautismo (catecumenado), como en el desarrollo de la fe y de la gracia bautismal. Porque al bautizado se le perdona el pecado original y recibe la gracia santificante de Dios; es decir, que ya pertenece para siempre a Cristo. Pero esa gracia se puede quedar dormida, o seguir alimentándose a lo largo de toda su vida. El Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, nos recuerda en su última carta pastoral “Renovar la catequesis de infancia” que «corresponde a la familia cristiana iniciar en la fe a sus hijos, desde la más tierna infancia». Y la experiencia pastoral hace afirmar a muchos párrocos que son cada vez más los padres que han reavivado su fe dormida, cuando se han acercado a la parroquia y se han comprometido a iniciar en la fe a sus hijos. ESTAMOS DISPUESTOS María, madre de dos hijos, que bautizó a su hijo menor a comienzos de diciembre, afirma que «el bautismo no es para nosotros un acto más en el calendario familiar, ni una obligación, sino la expresión pública, delante de nuestra comunidad parroquial, de que estamos dispuestos a educar a nuestros hijos en la fe. De hecho, antes de recibir nuestros hijos el bautismo, el sacerdote nos preguntó a nosotros si estábamos dispuestos a renovar nuestro compromiso bautismal, a renunciar al pecado y a profesar nuestra fe en Jesucristo». Otro padre, Manuel, afirma que «al principio no queríamos asistir a las charlas de preparación para el bautismo de nuestra hija. Pensábamos que si el bautismo lo va a recibir ella, por qué tener que prepararnos nosotros; que ella se forme cuando sea mayor. Además, bastante lío teníamos para organizar familia y trabajo, como para sacar un tiempo para ir a la parroquia. Pero nos dimos cuenta de que lo único que no nos costó dinero ese día, y nos enriqueció como personas, fue el rito del bautizo de nuestra hija. Un regalo que no queremos que se quede dormido, como se quedó en nosotros». PREPARACIÓN Las parroquias ofrecen distintas modalidades de cursos de preparación para recibir el sacramento del bautismo. Se convoca a padres y padrinos para tratar con ellos temas de tanta importancia como qué es el sacramento del bautismo, qué es ser cristiano y qué significa incorporarse a la Iglesia. Para muchos padres estas catequesis son su primer encuentro con la Iglesia desde hace años; para otros, son parte de su formación permanente. Pero todos piden y reciben lo mismo: el bautismo. SIGNOS LITÚRGICOS SEÑAL DE LA CRUZ Los padres y padrinos piden el bautismo para sus hijos. AGUA Purifica de todos los pecados y nacemos a una nueva vida, por el Espíritu Santo. CRISMA Y ÓLEO DE LOS CATECÚMENOS El aceite perfumado y bendecido por el obispo en la Misa Crismal consagra al bautizado a Cristo. El óleo simboliza la fortaleza. EFFETÁ (Ábrete) Palabras de Jesús al sordomudo. Que los oídos del bautizado estén abiertos a la Palabra de Dios y la boca la proclame. VESTIDURA BLANCA El bautizado ha sido revestido de Cristo. CIRIO La luz de Cristo resucitado. EL NOMBRE Dios conoce a cada uno por su nombre; es decir, somos únicos para Él. Con el bautismo, el cristiano recibe en la Iglesia el nombre propio. Se elige el de un santo para que ofrezca al bautizado un modelo a seguir. Un reportaje de Encarni Llamas publicado en la revista "Diócesis" Autor: diocesismalaga.es