NoticiaPastoral penitenciaria Fiesta de Nuestra Señora de la Merced Celebración del día de la Merced en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre Publicado: 13/09/2017: 24882 Este domingo 24 de septiembre se celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, patrona de las prisiones. Con este motivo, Fray Andrés González (trinitario) nos ayuda a profundizar en la fiesta de la Merced con el siguiente artículo: Virgen de la Merced, patrona de las prisiones Aún escuchamos los ecos del "Año de la Misericordia" cuando se acerca a nosotros otra nueva fiesta de la Virgen María, una más entre tantas que el mes de Septiembre celebra y vive la Iglesia por doquier: la MERCED. Merced y misericordia van de la mano, se entrelazan para pedir perdón, para conseguir la conversión, para vivir la Paz como fruto de la verdad y de la justicia. Esto es precisamente la Virgen de la Merced para la presa y el preso de hoy. Lo ha sido para todos los presos de todos los tiempos, para los de las cárceles y para los de la sociedad llamada libre si es esclava de cualquier vicio o perversión. Desde los inicios del siglo trece los Padres Mercedarios y los Padres Trinitarios pusieron bajo su amparo y protección, (bajo el título de La Merced unos y bajo el del Buen Remedio los otros), a cada uno de los esclavos que rescataban de las mazmorras africanas. Así lo hicieron los trinitarios P. Fray Juan Gil y Fray Antonio de la Bella cuando rescataron a Cervantes. Hoy, la Virgen de la Merced sigue siendo "remedio" para esos hermanos y hermanas privados de libertad. También es patrona y protectora de los hermanos y hermanas que custodian y cuidan de sus hermanas y hermanos presos: los funcionarios de prisiones, la misma Institución Penitenciaria. Ella, María, que nos dio la Libertad al darnos a su hijo Jesús, sigue cuidando, protegiendo y animando a todos sus hijos para que vivan como el Padre Nuestro nos pensó y creó: libres, como hijos de un rey, como señores de si mismos, nunca como esclavos de nada y de nadie. La Pastoral Penitenciaria de nuestra Diócesis de Málaga, querida y animada por nuestro Pastor y Obispo, Don Jesús Catalá, se hace presente en las prisiones, mediante cristianos voluntarios y sacerdotes, en nombre de la Iglesia malagueña y de Jesús; lo hace con los mismos sentimientos que Cristo tuvo con los pecadores y que el Evangelio tan bien retrata en la parábola del Hijo pródigo, de la Oveja perdida y en mil gestos y palabras de la vida de Jesús. Ojalá que de ninguna boca cristiana salgan con indiferencia frases como "ahí estará por algo...", "tiene lo que merece..." y otros dichos, no cristianos, por el estilo. Ojalá todos miremos a las hermanas y hermanos presos con los ojos del Padre nuestro, los curemos con las manos y voz de Jesús mientras les prestamos las nuestras, los cobijemos con el abrazo de la Virgen madre de la Merced. ¡Feliz fiesta de la Madre de la Libertad!