NoticiaClero MI CURA, por Pedro Soriano Pedro Soriano Publicado: 31/07/2020: 19474 MI CURA Pedro de Alcántara Soriano Arias es el delegado de Málaga del movimiento de Seglares Claretianos. A estas alturas de mi vida me cuesta describir tan solo a un solo sacerdote que haya influido en mi vida, más bien podría llamar a esta sección "mis curas"; y viene como anillo al dedo este título para designar a esas personas que curan, que sanan o que simplemente se hacen presentes en tu vida y la hacen plena. Depende de cada etapa de mi vida han existido curas que me han influido bastante, en mi espiritualidad, en mi formación y en lo más importante: en la vivencia de la fe. Por mi trayectoria, los curas con los que he compartido mi vida han sido los padres Claretianos, de todos ellos podría destacar a uno que influyó bastante en mis comienzos, quizás lo recuerdo más como el iniciador, como el que provocó en mí la necesidad de vivir en la fe. Destacaría la manera en la que mostraba a Dios, en su forma entusiasta de hablar de Él, no solo con palabras; te lo mostraba no solo con ideas, sino con experiencias que realizaba para que te encontraras de forma personal con Dios, mediante experiencias misioneras, campamentos parroquiales, Pascuas, convivencias, su mismo testimonio y hasta presentándose en tu casa los domingos para vivir en las familias y hacerse presente en su realidad. Y si no te servía ninguna de esas formas, se las ingeniaba para que tuvieras ese encuentro. Incansable en su tarea, siempre disponible y atento para que no te perdieras nada. Falleció hace pocos años, pero sé que ha influido allá por donde ha pasado, por lo que he podido comprobar al escuchar cómo lo recuerda tanta gente. No estaba atado a ningún lugar ni a ninguna persona (pero tenía a todos en el corazón) y dejaba huella allá donde estaba. Como todos los padres Claretianos, pasó un tiempo en la parroquia y luego lo destinaron a otro lugar, sin rechistar, sin ataduras, sabiendo la misión que tenía…. acudir y atender a aquellos que más necesitaban encontrarse con el Señor, eso es lo que lo definía: estaba tan lleno de Dios que quería que todo el mundo tuviera la oportunidad de vivir lo mismo.