NoticiaClero Inma Núñez: «El sacerdote es alguien a quien Dios le ha robado el corazón» Publicado: 09/07/2020: 26308 MI CURA Inma Núñez es maestra de Religión, estudiante de Teología y natural de Cortes de la Frontera. ¿Mi cura? ¿Cuál? ¿El que me introdujo en la comunidad parroquial por el bautismo? ¿Aquel con el que di mis primeros pasos en la fe y recibí la primera comunión? ¿Quien supo mantener mi fe en la adolescencia y me hizo tomar en serio la fe? ¿Aquellos que nacieron en Cortes? ¿El que me imparte clase de Teología? ¿El recién ordenado? ¿Aquellos que hoy son mis compañeros de clase y pronto curas? ¿Esos que durante el confinamiento han estado súper atentos a cada momento, queriendo compartir la fe? Es esta una ocasión para dar gracias a Dios por todos ellos... Pero la primera persona de la que tengo conciencia de haberme referido a ella como mi cura... es un amigo fuerte de Dios. Es un hombre de Evangelio, apasionado y entregado a fondo perdido. Alguien a quien Dios le ha robado el corazón y que se da cuenta de que no puede vivir sin Él y eso se nota en su vida, en su trato con los demás, en su dedicación a los más débiles, en su esfuerzo por sembrar alegría y esperanza por donde se mueve. Camina con mucho ánimo, siempre pretendiendo contagiarlo a todos con los que se encuentra, ofreciendo la esperanza que trae Jesús, pretendiendo hacerlo presente entre la gente. Un día el Señor lo trajo hasta este rinconcito de la Serranía, para que esta fuera su primera comunidad y desde entonces al hablar de Cortes nos referimos a nuestro pueblo y fue en aquel momento cuando empezamos a caminar juntos... pero cada uno a su ritmo... Desde entonces ha visto crecer mi fe, desde muy jovencita, intentado mantenerme fiel tras los pasos de Jesús, insistiéndome en que la fe hay que cuidarla como las cosas importantes que valen mucho para nosotros. Y yo lo he visto profundizar en la vida y amistad con Dios, viviendo en profundidad su ser cristiano. Es fuente de comunión. Es ministro de la alegría y del amor de Dios, haciendo suya la pasión de Jesus por servir, por darse... Su vocación, no es solo un trabajo o un horario con el que tener que cumplir. Tiene la certeza de que es una forma de vivir, la que Dios quiso para él, su entrega total. Una vida de entrega, de ser luz en medio de mucha gente, Evangelio vivo. No tiene miedo; se entrega a fondo en todo aquello que hace, lo arriesga todo por el Evangelio, lo vive con pasión; mantiene la mirada alta y la alegría en las dificultades y siempre me recuerda que la mano del Señor nos sostiene. Su mayor alegría es que la gente descubra a Jesús, que sientan que encontrarse con el Señor es una buena noticia. Amigo, de ti se sirvió el Señor para que emprendiera un camino de formación personal y espiritual muy intenso en el Centro de Teología San Pablo. Gracias por seguir caminando juntos, por compartir la fe y la amistad.