NoticiaClero MI CURA, por Sergio Rodríguez Sergio Rodríguez, delegado de la Comunidad Asís Publicado: 02/07/2020: 20844 mi cura Es mi padre, mi hermano, mi amigo. Mi nombre es Sergio y soy delegado de la Comunidad Asís. El sacerdote más importante de mi vida me recuerda todos los días la fragilidad de los años entregados a Jesucristo, cómo la voluntad y la gracia se han unido para vivir más de 50 años al servicio de los jóvenes y los pobres, construyendo juntos comunidad. Me ha enseñado a ser laico sin clericalismos, dentro de una Iglesia que es casta y prostituta, madre y maestra; insistiendo, con gran celo, en la formación, en nuestra corresponsabilidad y autonomía, desde una vocación que nace del encuentro con Cristo Resucitado, en el silencio y la oración, por el bautismo y la confimación, donde la comunicación es acompañada y discernida. Mi hermano sacerdote me ha enseñado a hablar siempre del amor, incluso en mi matrimonio, desde su ser célibe que entrega su vida a Dios, tal como Cristo se entrega a la voluntad del Padre y a la Iglesia. Mi hermano sacerdote ha llegado a ser no solo mi hermano, sino un amigo con el que comparto las alegrías y también las heridas, el sufrimiento, los desalientos... ¡Cuántas veces he llorado en su hombro! Doy gracias a Dios porque ya hace más de 25 años que compartimos vida, porque él colaboró con Cristo cual pedagogo para ayudarme a que descubriera la vocación, me acogió como discípulo cuando solo era un jovencito pretencioso con grandes aspiraciones y, con gran paciencia y ternura, esperó el momento de acercarme al misterio de la fe, para que Dios alcanzara mi corazón. ¿Quién es para mí este sacerdote? Es mi padre, mi hermano, mi amigo.