NoticiaEntrevistas Ha fallecido el periodista Diego Gómez Publicado: 23/01/2019: 40997 Ha fallecido el periodista malagueño Diego Gómez (Churriana, 1936 - Málaga, 2021). Miembro del movimiento San Juan de Ávila, concedió una entrevista a DiócesisMálaga con motivo de un homenaje recibido el 15 de octubre de 2018: su nombre en unos jardines de Huelin, barrio en el que vivió parte de su niñez y en el que vio crecer su fe «No quise dinero ni prestigio, mi familia ha sido mi todo» ¿Qué sintió al dar nombre a unos jardines de la ciudad? Fue algo inenarrable. Un día precioso el que eligieron, el 15 de octubre, fiesta de la gran santa Teresa, y en un lugar tan significativo para mí, por el que he corrido miles de veces siendo niño, pues vivimos en la calle la Hoz, por donde pasaba el tranvía, y en calle Carpio. Me llevé la sorpresa del año. Y este mismo barrio por el que corrió de niño, también lo vio crecer en la fe. Así es. Nací a la fe gracias a mi madre, que fue una mujer muy religiosa y supo transmitírmela. Ella estaba muy integrada en la parroquia de San Antonio, en Churriana. Mi tío Diego puso una lechería en Huelin y allá que nos vinimos. Ahí comencé a dar clases con D. Francisco Acevedo, al que le tenemos un cariño entrañable. Él fue quien nos casó, junto con D. Prudencio, en la Purísima, en 1978. Y después llegó D. Emilio Benavent como párroco, y de todos aprendimos muchísimo. Usted ha sido un periodista muy conocido en Málaga y con una gran proyección nacional, ¿qué le hizo no abandonar Málaga? He tenido varias opciones de irme, como hizo por ejemplo María Teresa Campos, con quien trabajé muchos años; pero nunca quise dejar mi Málaga del alma, ni a mi familia. No me seducía ni el dinero ni el prestigio. Mi familia ha sido mi todo y yo por nada del mundo la hubiera cambiado por la fama. Mi esposa Lucía y mis hijos, verdaderos regalos que el Señor me concedió. Es miembro, junto a su mujer, del Movimiento de Apostolado Familiar San Juan de Ávila, ¿qué significa para ustedes formar parte de este trocito de la Iglesia de Málaga? Para nosotros es muy importante. Conocimos este movimiento en 1988. Comenzamos en una reunión con los fundadores, Trini Samos y Pedro Doblas, que ya fallecieron, quienes fueron para nosotros unos maravillosos padres espirituales. Es un movimiento que ayuda y cuida a la familia. A nosotros nos ha ayudado mucho y nosotros estamos disponibles para todo lo que se necesite y lo que se le encomiende desde la Diócesis. ¿Cuál es su acción de gracias a Dios? Una acción de gracias diaria. Nunca me acuesto, ni me levanto, sin rezarle a Dios, y darle gracias por todo lo que soy y lo que tengo, sobre todo, una mujer maravillosa, dos hijos que también lo son y cuatro nietos. Usted ha sido la voz, durante muchos años, de la Semana Santa de Málaga en la radio. Durante más de 40 años he retransmitido la Semana Santa de Málaga. Ya la gente me conocía porque recitaba el poema de Luis María Cabanillas al Cristo Cautivo, que comienza diciendo “Todos hablaban de un hombre que viste de túnica blanca, devuelve vista a los ciegos y camina sobre el agua, cautiva los corazones tan solo con la mirada y lleva tras sí una turba sedienta de su palabra, todos hablaban del hombre que vistió túnica blanca”. Siempre he trabajado muy feliz y, el día que Dios me tenga designado, me iré muy feliz. Allí la vamos a formar también (se ríe).