NoticiaManos Unidas

Manos Unidas Málaga transformará la vida de más de 120.000 personas en 2014

Publicado: 14/02/2014: 2453

Casi 123.000 personas son las beneficiarias, directas e indirectas, de los proyectos que esta ONG católica para el desarrollo afronta en este año desde su delegación en Málaga. “Un mundo nuevo, proyecto común” es el lema de la Campaña para este año y su objetivo fundamental es unir fuerzas en pro del desarrollo de los países del sur. Los actos centrales tienen como punto de arranque la Jornada del Ayuno Voluntario, que se ha celebrado este viernes, con una Eucaristía en la parroquia del Sagrario, presidida por el deán de la Catedral, Alfonso Fernández-Casamayor, a las 18.30 horas. La colecta ha tenido lugar este domingo, 9 de febrero, en todos los templos y lugares de culto de Málaga y Melilla.

Lo recaudado en estos actos, junto a las aportaciones de socios y colaboradores, permitirá impulsar una escuela de primaria rural en Burkina Fasso, una presa de agua en Kenia, una explotación hortícola femenina en Mauritania y un internado para niñas tribales en la India, entre otros proyectos.

De su eficacia en países como Bangladesh da testimonio Benjamín Gómez (Madrid, 1960) misionero javeriano que recorre nuestra Diócesis estos días. Este año, Benjamín apoya la campaña de Manos Unidas en Málaga con su testimonio.

Tras estudiar varios años en Málaga, se sintió llamado, como su modelo y patrón, San Francisco Javier, a dedicar su vida al anuncio del Reino de Dios en Asia. Su primer destino era Indonesia, pero por problemas de visado y ante la muerte de varios compañeros en Bangladesh, acabó decantándose por este país, donde las emergencias y hambrunas exigían una respuesta inmediata.

Allí convive con una sociedad marcada por las diferencias. «Bangladesh conserva del hinduismo ese trasfondo de pureza e impureza que hace que las castas bajas sean marginadas, orilladas y explotadas –cuenta Benjamín.- La mayoría musulmana impone la ley como quiere, y allí estamos los misioneros de la Iglesia, del lado de los “intocables”, de los “desechables”».

Esta entrega le aporta una mayor coherencia de vida. «Por un lado recibo una gran cantidad de cariño, un modo concreto de vivir la vida, muy distinto al nuestro aquí en Europa y que me hace ser más coherente y honesto con las opciones de vida que ya me planteaba cuando tenía 19 años».

En toda esta historia de amor y servicio, Manos Unidas tiene un papel protagonista. «Si no hubiera sido por la ayuda de Manos Unidas en los casi veinte años que llevo en Bangladesh no existirían varias escuelas de primaria, varios institutos ni un hospital que hemos terminado y que está funcionando con siete equipos de cirugía continuamente operando. Por lo cual es de agradecer a las delegaciones de Manos Unidas, entre ellas la de Málaga, el increíble e impresionante apoyo que siempre han mantenido. Incluso en tiempos de crisis no podemos olvidarnos de esa enorme crisis que es la del tercer mundo, que es más amplia y más fuerte que la nuestra».

FRATERNIDAD

Benjamín Gómez considera fundamental trabajar el tema central de la campaña de Manos Unidas de este año: la fraternidad universal. «Es un asignatura pendiente. No podemos seguir construyendo una sociedad que ignora a una parte del mundo que lo pasa mal». En este sentido, su juventud en Málaga, donde estudió en la Universidad Laboral, le hacen tener esperanzas en la solidaridad de los malagueños. «Aquí he conocido gente muy generosa, que no se olvida fácilmente de los demás, a pesar de las dificultades y la pobreza que podemos ver también en nuestras calles. Pero un pueblo como el de Málaga, que a mí me ayudó, no debería perder esa generosidad».

Un mensaje para los malagueños: «Deseo que este sol, que ilumina toda la ciudad, ilumine también los rostros de la gente, a las familias. No vamos a estar siempre pasándolo mal. No tengamos miedo de aportar algo, aunque sea un euro, para la campaña. Ayudadnos a los misioneros que trabajamos en la cooperación y desarrollo de los pueblos a aligerar nuestra tarea a través de Manos Unidas».

Autor: Ana María Medina @_AnaMedina_

Más noticias de: Manos Unidas