NoticiaColaboración «La escuela concertada», por Francisco L. Martínez Villar, presidente de ECA en Málaga Publicado: 01/02/2013: 3058 Algunos sectores de la sociedad malagueña actual califican con ligereza a la enseñanza concertada de elitista, sectaria y que detrae recursos a la enseñanza pública. Estos analistas deben considerar varias estimaciones que avalan la eficacia y la aportación de esta enseñanza a la sociedad malagueña. Esta institución educativa goza de una alta estimación ratificada por la demanda actual de las familias. Eso sucede porque es eficaz y de calidad, con un profesorado altamente cualificado y una permanente actualización pedagógica, de ahí los resultados académicos del alumnado. La escuela concertada goza de un estatus jurídico legítimo, pues su existencia está plasmada en nuestra actual Constitución, y su financiación está regulada por un Real Decreto y Reglamentos, costando ésta casi la mitad del gasto de su equivalente en la otra red pública de enseñanza. Nuestros centros son públicos, aunque no estatales, y abren sus puertas a todos sin criterios excluyentes. Muchos están ubicados en zonas deprimidas donde se atiende a los niños y jóvenes más desfavorecidos ofreciendo los valores universales de una cultura occidental milenaria, y una opción evangélica cuya fuerza radica en el amor universal y la esperanza por un mundo mejor. Autor: Francisco Luis Martínez Villar, presidente en Mála