NoticiaEl santo de la semana San Eugenio de Mazenod, «ser todo para Dios y todo para todos» San Eugenio de Mazenod Publicado: 10/05/2021: 11428 El 21 de mayo celebramos la fiesta de Carlos José Eugenio de Mazenod, un santo cuya configuración con Cristo comenzó desde muy pequeño, teniendo que huir de su país junto a su familia a raíz de estallido de la Revolución Francesa. El 21 de mayo celebramos la fiesta de Carlos José Eugenio de Mazenod, un santo cuya configuración con Cristo comenzó desde muy pequeño, teniendo que huir de su país junto a su familia a raíz del estallido de la Revolución Francesa. Su particular Egipto fue la vecina Italia, donde pasó 11 años de su vida y donde su familia, de origen noble, tuvo que buscarse la vida, ya que dejaron atrás todas sus posesiones. Un sacerdote vecino se ocupó de la educación de aquel joven inmigrante sentando las bases de lo que sería su gran formación cristiana. De regreso a su patria, en 1802, y a pesar de la ruinosa situación de la Iglesia en Francia, se siente llamado al sacerdocio y, nada más ordenarse, se ocupó de los más necesitados: los presos, los campesinos, a quienes les hablaba en provenzal, la lengua del vulgo. En 1816 reunió a un grupo de sacerdotes enseñando de pueblo en pueblo y confesando durante largas horas. Aquellos “Misioneros de Provenza” fueron reconocidos en 1826 como “Misioneros Oblatos de María Inmaculada”, una congregación hoy presente en más de 60 países del mundo. Nombrado obispo en 1832, destaca su ministerio episcopal en Marsella, adonde llegó cinco años más tarde y donde emprendió programas especiales para jóvenes, inmigrantes, obreros y personas marginadas. Su influencia en la sociedad y en la Iglesia francesa fueron enormes. Eugenio falleció en 1861 llevando a cabo su programa de vida de oblación: «ser todo para Dios y todo para todos». Su obra en Málaga Por Ismael García Moreno OMI, arcipreste de Cristo Rey Los Misioneros Oblatos llegamos a Málaga en el año 1940, ante la necesidad de clero en la diócesis después de la Guerra Civil. Nos instalamos en la zona norte de la ciudad, en la zona conocida como Ciudad Jardín. En el año 1944 inauguramos la parroquia de Cristo Rey, que da nombre al actual Arciprestazgo. Desde Cristo Rey, atendimos por un tiempo las parroquias de Churriana y Alhaurín de la Torre. En 1971 se erige la parroquia de la Esperanza en Mangas Verdes. En 1996 dejamos la parroquia de Cristo Rey para continuar en Ntra. Sra. De la Esperanza y San Eugenio de Mazenod. Y el año 2013 asumimos también la parroquia Ntra. Sra. De Flores. Actualmente la comunidad de misioneros oblatos está compuesta por cinco sacerdotes, una comunidad intercultural (con miembros de Ucrania, Italia y España) e intergeneracional (96, 90, 45, 40 y 30 años). Los padres mayores, los tenemos reservados en la comunidad desde el inicio de la pandemia, por razones de edad, y los otros tres, tratamos de atender las parroquias de la Esperanza y de las Flores, así como, en estos momentos, la capellanía de las Hospitalarias y la atención pastoral al colegio de las Esclavas del Divino Corazón. Procuramos, como decía nuestro Fundador, san Eugenio de Mazenod: «Hay que intentarlo todo para dilatar el reino de Cristo y para llevar a los hombres a sentimientos humanos, luego cristianos, y ayudarles finalmente a hacerse santos». Eso es lo que intentamos realizar en nuestra acción pastoral en ambas parroquias, especialmente con los niños y jóvenes.