NoticiaHistoria de la Iglesia El jansenismo (II) Publicado: 30/01/2017: 2644 ¿Por qué las ideas de Jansens fueron condenadas por la Iglesia? Al analizarlas, advertimos que en tres ámbitos de sus escritos, su pensamiento bordea la herejía. En lo referente al dogma, afirmó que el pecado original corrompió intrínsecamente la naturaleza humana, privando al hombre de la libertad (solo admite la libertad de coacción externa). La voluntad humana quedó dominada bien por el impulso de la gracia, bien por el de la concupiscencia. El hombre, con la gracia, hace necesariamente el bien. Sin la gracia, hace el mal, al estar dominado por la concupiscencia. Lógicamente, niega la gracia suficiente, toda gracia es eficaz. Sostiene Jansens que Cristo sólo murió por los elegidos y estos solamente reciben la gracia. Piensa que la Iglesia es una comunidad de elegidos; en esa red no caben los pecadores, solo los santos. Respecto a la moral, admite que, ante un Dios árbitro absoluto de nuestro destino que salva a unos elegidos y no muere por todos, solo cabe una actitud de miedo y no de amor. Los pecadores y los infieles no pueden hacer obras buenas. La ignorancia de la ley jamás excusa de pecado. En el ámbito pastoral y disciplinar, sostiene que la Iglesia se ha hecho adúltera e infiel a lo largo de la historia. Para reconducirla tendrá que volver a sus orígenes desconfiando de la autoridad papal, incluso habrá de unirse al poder civil para luchar contra el Papa. La Compañía de Jesús es condenable por ser la gran enemiga de la Iglesia. Los cristianos no deben frecuentar los sacramentos de la penitencia y la comunión. El matrimonio queda infravalorado, pues son rechazables toda clase de afectos familiares, renunciando al mundo, a la amistad, a la sociedad. En conclusión, Jansens pretendió interpretar la teología de san Agustín, pero la entendió mal. Los jansenistas, sin querer salirse del seno de la Iglesia, entendieron a su manera el dogma y la moral. Y ese subjetivismo, alentado posteriormente por la Enciclopedia y la Ilustración, originó una falsa visión de la Iglesia, de su magisterio, del dogma y de la moral cristianas.