NoticiaHistoria de la Iglesia La tolerancia (III) Publicado: 09/01/2017: 2600 Uno de los más graves problemas de intolerancia, fue el ocurrido en Irlanda desde el siglo XII. Las motivaciones fueron tanto políticas como religiosas. En 1155, Enrique II de Inglaterra conquistó Irlanda; desde entonces, la historia de esta isla aparece vinculada a la de Inglaterra. En el siglo XVI, Enrique VIII pretendió imponer el cisma en Irlanda, pero no lo consiguió. Con Isabel I, la situación se agravó. Al intentar la reina imponer el anglicanismo en Irlanda, los católicos irlandeses protestaron rebelándose contra Isabel I. Fue en esta época cuando a los católicos irlandeses se les confiscaron numerosas tierras de labor que se entregaron a colonos ingleses con el fin de anglicanizar Irlanda. Años después, en la época de Cromwell, la rebelión de los católicos irlandeses, fue anegada en sangre. Al quedarse los católicos sin tierras, tuvieron que refugiarse en los bosques y salían por la noche a acuchillar a los nuevos ocupantes de sus tierras. Cromwell arrasó la isla; los católicos fueron sometidos a la esclavitud y era recompensado aquel que entregara a Cromwell la cabeza de un sacerdote católico. Así nació el hondo problema irlandés. Desde entonces, a los católicos irlandeses se les exigió una contribución para la Iglesia anglicana, se les prohibió la construcción de templos propios, se les privó de toda clase de derechos civiles y políticos, se les prohibió tener escuelas propias e ir al extranjero a estudiar. A finales del XVIII, con ocasión de la revolución de las colonias de Norteamérica, Irlanda aprovechó la ocasión e intentó recuperar la independencia. Inglaterra cambió de actitud. Se impuso la tolerancia. Hoy pensamos que la intolerancia del XVI y el XVII hay que entenderla en el marco histórico de la época. Pero es inadmisible tal como se vivió. A partir del XVIII se impone la tolerancia, pero una tolerancia impregnada de indiferentismo y precursora de un rechazo a la religión y a las diversas confesiones religiosas.