NoticiaCatequesis Manuel Márquez Córdoba: «Os doy las gracias» Manuel Márquez Córdoba, delegado de Catequesis · Autor: F. HERNÁNDEZ Publicado: 19/10/2015: 7185 Carta del delegado de Catequesis, Manuel Márquez Córdoba, con motivo del Día de la Catequesis. Queridos hermanos, sacerdotes, religiosos, catequistas, padres y agentes de pastoral que acompañáis y animáis la apasionante tarea de la catequesis en nuestra diócesis, en el día de la catequesis me dirijo a vosotros para agradeceros todo el bien que hacéis. Hermanos sacerdotes y religiosos, sois los primeros catequistas; en nombre del obispo, tenéis la misión de animar la tarea de la catequesis en la parroquia y el colegio. Quiero agradeceros a todos vuestro esfuerzo por acompañar y formar a los catequistas, la acogida cariñosa y comprensiva que hacéis a los padres que acuden a la catequesis y la pasión y el entusiasmo con que animáis las catequesis y las celebraciones. Hermanos catequistas, sin vosotros, sin catequistas, no hay catequesis. Os doy las gracias a todos porque os habéis encontrado con Jesucristo y habéis respondido a la llamada de ser catequistas. Gracias porque, sacando tiempo de donde no lo hay y de manera gratuita, estáis contagiando el mensaje de salvación y liberación del Señor, en tantos niños, jóvenes y adultos de nuestra diócesis. Hermanos padres, sois necesarios, imprescindibles, en la educación religiosa de vuestros hijos. Pues tenéis la gozosa tarea de despertar el sentido religioso en vuestros hijos y de acompañarles en su proceso de iniciarse cristianamente. Os doy las gracias, por todos vuestros esfuerzos, por el interés que mostráis cuando participáis en la reuniones y celebraciones que convoca la parroquia. Gracias por estar dispuestos a todo por vuestros hijos. Hermanos abuelos, sois referencia y ejemplo de educación para vuestros nietos. Os doy las gracias por llevar a vuestros nietos a la catequesis, por acompañarles, por enseñarles de forma sencilla y natural el mensaje de Jesús. Gracias por ser espejo donde mirarnos. Hermanos profesores de religión, que tenéis la misión de presentar el mensaje de salvación y liberación en los colegios. Doy las gracias por vuestra presencia, ejemplo y testimonio en los colegios, pues no resulta fácil ser profesor de religión en una cultura y en un ambiente que, en ocasiones, es contario a la fe que profesáis y anunciáis. Doy gracias a Dios por haberme elegido y llamado a ser sacerdote, por tener la oportunidad de servir a la Iglesia haciendo lo que me apasiona, por todo lo que estoy aprendiendo de vosotros y de la tarea de la catequesis. Hermanos, una vez más, me pongo a vuestra disposición en todo aquello que pueda serviros en esta tarea de la catequesis.