NoticiaEntrevistas Manuel Ángel Santiago: «Debemos unirnos para que Jesucristo sea anunciado» Jura y profesión de fe del Vicario Episcopal para el Laicado, Manuel Ángel Santiago // T. CORPAS Publicado: 06/10/2020: 22616 VICARIO PARA EL LAICADO El sacerdote diocesano Manuel Ángel Santiago ha sido nombrado por el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, Vicario Episcopal para el Laicado. En esta Vicaría se integran las delegaciones de Hermandades y Cofradías, Apostolado Seglar, Infancia y Juventud, Catequesis, Pastoral Vocacional, Pastoral Universitaria y Pastoral Familiar Aquí puede escuchar la entrevista emitida en COPE Málaga ¿Cómo recibió este nombramiento? Con sorpresa. Fue durante un encuentro con el Sr. Obispo, dialogando con él sobre otros muchos temas, me planteó la posibilidad de nombrarme vicario. No me lo esperaba así que me sorprendió la propuesta. ¿En qué consiste la misión de esta Vicaría? Don Jesús siempre nos dice que los vicarios están al servicio de la pastoral general de toda la diócesis y de todos los temas pero, según el Derecho Canónico, los vicarios tienen que tener una misión concreta y específica, además de colaborar con el Obispo en todas las parcelas de una diócesis tan grande como es la nuestra. “Para el Laicado”, su nombre lo indica, se trata de trabajar, difundir, animar, sostener… la vida del laico al servicio de la evangelización, así que es un campo realmente evangelizador, amplísimo, en el que estamos para alentar. Forman parte de esta Vicaría las Delegaciones de Hermandades y Cofradías, Apostolado Seglar, Infancia y Juventud, Catequesis, Pastoral Vocacional, Pastoral Universitaria y Pastoral Familiar. Múltiples misiones en las que el laicado estamos presente, ¿qué las une? Pues las une, precisamente, el Proyecto Pastoral Diocesano, es decir aquellas líneas en las que la Iglesia de Málaga considera que, en este momento, aquí y ahora, debemos unirnos para que Jesucristo sea anunciado. Muchos de los lectores saben que llevamos muchísimos años trabajando en la diócesis desde distintos aspectos, por ejemplo desde la Iniciación Cristiana para los niños, y ahora, de una manera muy especial, sobre el papel del laicado en la vida de la Iglesia. Se trata no solo de un momento de reflexión, sino también de un momento de crecimiento en compromiso y en hacer presente el Evangelio de Jesús en medio de los ambientes, cosa que no es fácil. De hecho, si miramos las Prioridades Pastorales Diocesanas para el curso 2020-2021 comprobamos que el laicado sigue siendo protagonista de ellas: “Caminar unidos después del Congreso”, “Ser cristianos en el espacio público: el mundo de la educación”. Incluso en la tercera prioridad, “El Evangelio de la Creación” pues, el cuidado de la casa común no se entiende sin el hombre, que es el artífice por excelencia y el culmen de la creación. En ellas está todo enfocado a recuperar la pasión por el Reino de Jesús y su anuncio con sencillez pero también con valentía, en nuestro mundo contemporáneo. La pandemia lo ha cambiado todo en nuestras agendas y nuestro día a día, ¿ha despertado también nuestra creatividad para seguir viviendo la fe y transmitiéndola? Yo creo que sí. En primer lugar, nos ha hecho centrarnos en lo que es esencial en la vida de un cristiano, lo que sustenta la vida de cualquier creyente, subrayando la importancia de la Palabra de Dios, el encuentro con Jesús en profundidad, la celebración de los sacramentos que hemos añorado y todo ha supuesto un reto, especialmente el mantener vivo el clima de comunidad, para ello las parroquias han utilizado todos los medios disponibles. La verdad es que hemos sido muy creativos para que no se disperse el rebaño de Jesús, para que permanezca unido y viva en profundidad. Todo no podía ser negativo, en esto hemos crecido y aprendido mucho. Yo soy uno de los que he aprendido mucho y de forma rápida, sobre el uso de las tecnologías, las redes, los medios… porque realmente lo necesitaba como un instrumento más a poner al servicio de la pastoral. Todo lo que nos ayude a profundizar y a hacer posibles las vivencias personales y comunitarias pues ¡bendito sea Dios! Ahí están los medios de comunicación social, la informática y tantas posibilidades como se nos ofrecen.