–¿Por qué la política? 

–Yo nací en una zona bastante deprimida de Antequera, en el campo, donde prácticamente no había servicios de ningún tipo, ni suministro de agua, luz, etc. Estudié en una escuela rural unitaria, en la misma clase estábamos los alumnos desde primer a quinto curso. Los propios vecinos fueron los que reivindicaron las cosas en aquella época. En los primeros momentos formamos una asociación juvenil, y posteriormente fuimos consiguiendo muchas de nuestras reivindicaciones, como los suministros básicos. Con 20 años era ya alcalde pedáneo, elegido por los vecinos. Una labor que siempre compaginé con mis estudios. Recuerdo que en el año 81 se abrió el instituto donde yo estudié y fuimos nosotros mismos los que tuvimos que descargar nuestras sillas y nuestras pizarras de los camiones.

–¿Cuál fue su motor? 

–Siempre he intentado superar las injusticias sociales, estudié Filosofía y Letras, para especializarme en Pedagogía Social. Comencé siendo concejal de Asuntos Sociales en Antequera y siempre he intentado mejorar la situación de aquellos que estaban peor, los más desfavorecidos. Los principios de igualdad y solidaridad son los primeros que me movieron a intentar rebelarme contra las cosas que entendía que no estaban bien, así como a intentar mejorarlas. 

–Ha ejercido cargos de responsabilidad política en Antequera durante 16 años, como concejal y primer teniente de alcalde. ¿Lo echa de menos? 

–Creo que la política municipal es la más pegada a la gente, donde realmente ves que una acción que has emprendido desde lo público puede cambiar la situación de personas concretas, y eso es lo más importante. Estar al servicio de los más desfavorecidos, poder mejorar la situación de los que están peor, para que desaparezcan las injusticias, las desigualdades y que todo el mundo tenga una oportunidad de desarrollar sus capacidades y en la que pueda ser feliz junto a una familia, esos son los aspectos que nunca deberíamos perder de vista. De esa época mantengo la costumbre de trabajar con las puertas del despacho abiertas e intentar recibir a la gente que llega personalmente. 

–Defiende valores como la igualdad, la solidaridad, la justicia, valores cristianos. 

–Soy cristiano, estudié en un colegio salesiano interno durante 6 años y eso marca tu formación y tu personalidad. Creo que hoy día los valores cristianos siguen muy vigentes. Yo los sigo reivindicando y creo que son claramente compatibles con los valores del socialismo que yo defiendo.