En el siguiente vídeo, ofrecemos un resumen de los mejores momentos que se vivieron en nuestra diócesis como preparación para el encuentro mundial. Asimismo, reproducimos las palabras que el Sr. Obispo ha dirigido a los fieles en el folleto elaborado para el Día de la Iglesia Diocesana.

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COMENTARIO DEL OBISPO DE MÁLAGA SOBRE LA EXPERIENCIA DE LA JMJ

Aún resuenan en nuestro corazón las vivencias, que hemos podido disfrutar en la Jornada Mundial de Juventud, celebrada el pasado mes de agosto en Madrid. La experiencia de acogida en nuestra diócesis, de jóvenes procedentes de unos cuarenta países, ha dejado una huella profunda; y el encuentro con el papa Benedicto XVI en Madrid ha sido gozoso y esperanzador.

Tenemos motivos más que suficientes para dar gracias a Dios por la bendición que ha supuesto celebrar esta gran fiesta de la fe católica. En medio de los calores del verano resultó reconfortante saciar la sed en las aguas frescas, procedentes del manantial de agua viva que es Jesucristo. Tanto en Málaga como en Madrid hemos compartido y profesado la fe en Jesucristo, que crea esperanzas y mantiene ilusiones y proyectos; nos hemos acercado a este manantial de agua viva, que sacia el anhelo de felicidad de todo hombre y sobre todo de los jóvenes.

Celebrar la Jornada Mundial de Juventud (JMJ) supuso vivir intensamente durante unos días la experiencia bellísima de ser cristiano junto a otros cristianos de todo el mundo. La JMJ 2011 ha sido una red social mundial con epicentro en Madrid. Pero con una gran diferencia, la virtualidad de las redes sociales dio paso en nuestra diócesis malacitana y en Madrid a la realidad, a lo concreto, al encuentro personal cara a cara. Nos relacionamos y nos comunicamos  con gentes desconocidas hasta ese momento, pero que eran nuestros hermanos desde antes de conocerlos y en el encuentro nos hemos reconocido como tales.  De hecho, la JMJ permitió que pudiéramos agregar a nuestro círculo de fraternidad y de amistad otros muchos hermanos de culturas diversas, de otras maneras de pensar, de otras formas de expresar la misma fe en Cristo Jesús.  

         En la JMJ la Palabra divina nos invitó a todos a recostarnos en verdes prados, donde el Buen Pastor lleva a su rebaño a fuentes tranquilas, repara sus fuerzas y prepara una mesa, en la que rebosa la copa de la entrega total por los suyos. La Eucaristía, memorial del cuerpo entregado y de la sangre derramada por amor a los hombres, es la respuesta solidaria de Cristo ante la necesidad de sentido y ante la indigencia existencial de la humanidad. La JMJ ha sido un momento de gracia y un soplo del Espíritu, que ha renovado nuestros corazones.

+ Jesús, obispo de Málaga