NoticiaConoce la Catedral El Cristo del Amparo Situado en la Capilla del Cristo del Amparo en la Catedral de Málaga Publicado: 15/07/2021: 14822 Los hermanos escultores Juan y Antonio Gómez ocupan un lugar de privilegio en el panorama malagueño del primer tercio del siglo XVII. Oriundos de Granada, proyectaron en la diócesis malagueña la estética sacra consolidada en el contexto andaluz por su maestro, Pablo de Rojas. Entre 1601-1629 ambos llevaron a cabo una intensa actividad al servicio de instituciones y particulares de signo civil y eclesiástico, tanto de la capital como de la provincia. Dependiendo de circunstancias personales y profesionales, los Gómez alternaron períodos de actividad en común con otros períodos donde trabajaban por cuenta propia como artistas independientes. Por desgracia, su nutrida producción escultórica, perfectamente conocida y documentada, desapareció en su práctica totalidad tras los avatares históricos del siglo XIX, 1931 y 1936. El Cristo del Amparo es un importante exponente de la labor individual de Antonio Gómez. Responde a la promoción personal de Tomás de Borja, obispo de Málaga entre 1600-1603, quien hizo donación del mismo a la Catedral antes de ser promocionado al arzobispado de Zaragoza. Lo efímero de su pontificado convierte al Cristo del Amparo en prácticamente el único testimonio del paso de este personaje por la diócesis malagueña. Siguiendo las líneas generales marcadas en los Crucificados de Pablo de Rojas, el artista plasma un tipo de imagen devocional para ser contemplada en una visión próxima, que intenta buscar un equilibrio entre lo humano y lo dogmático. Antonio Gómez plasma una anatomía corpulenta, de aspecto atlético y robusto, abundando en una creciente expresividad dramática y un tratamiento pronunciado de los volúmenes que anuncian el triunfo inminente del realismo barroco. Durante siglos, ha sido tradicional que un busto de la Virgen Dolorosa figure al pie de este Crucificado rememorando la iconografía del Stabat Mater. Juan Antonio Sánchez López