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Triduo y fiesta de Santa Rita de Casia en la iglesia de San Agustín

Publicado: 19/05/2023: 7534

Rosas

Del 19 al 21 de mayo, la Iglesia de San Agustín, en el centro de la capital, acoge el triduo a Santa Rita de Casia, cuya fiesta se celebrará de forma solemne el lunes 22. Este día se bendecirán y repartirán las tradicionales rosas que los fieles conservan como signo de devoción a la santa.

Durante el triduo, el templo abre sus puertas a las 18.00 horas. A las 19.15 se reza el Santo Rosario y se realiza el ejercicio del triduo y, a las 20.00 horas comenzará la Eucaristía.

El lunes 22, fiesta de la santa, el templo permanecerá abierto de 10.00 al 22.00 horas y habrá misas a las 10.30, 12.00, 18.00 y 20.00 horas (solemne). En cada celebración de este día se bendecirán y repartirán las rosas.

La tradición de las rosas tiene su origen en la extraña petición que la santa, ya enferma, hizo a una prima que iba a visitarla. A ella pidió que le llevara higos y rosas, cosa que su pariente achacó a la enfermedad, ya que por aquella época esa zona de Italia estaba completamente nevada. Sin embargo, al visitar la casa donde santa Rita había vivido con su familia, encontró un manojo de higos en el árbol y un ramo de rosas florecidas, que le llevó. Como explica el padre Fray Justo Díaz OSA, «santa Rita murió al poco tiempo en olor de santidad. Tras ser aislada en el convento por petición propia debido a la llaga que padecía en la frente y que desprendía un fuerte olor, una mañana el convento amaneció oliendo a rosas. Las hermanas descubrieron que el origen de aquel perfume era su cuerpo, que yacía en su celda tras haber fallecido. Las monjas de su convento, que ya la consideraron santa desde el primer momento de su muerte, adornaban su tumba con rosas que luego daban a los fieles. Desde entonces, se asociaron a aquellas "reliquias" numerosos prodigios espirituales, morales y materiales y la Santa Sede acogió, después, la petición de la orden que se transforme en rito la bendición de las rosas el 22 de mayo en todas las iglesias de la orden de San Agustín y de otras ramas agustinianas, que luego se ha extendido también a otros lugares donde se venera a la santa. Esas rosas son, por tanto, bendecidas para que los fieles las lleven a sus casas como signo del auxilio de santa Rita».

SANTA RITA

Santa Rita fue religiosa agustina y su peculiaridad más grande, aunque existen ya otras santas con vidas parecidas, como santa Joaquina Vedruna, es que vivió todos los estados de la vida: fue seglar, hija obediente en su casa, con todas las vicisitudes de su tiempo; después se casó y vivió un matrimonio muy difícil, porque su marido pertenecía a facciones violentas y tuvo que luchar por convertirlo. Tuvo dos hijos antes de enviudar, y ambos murieron debido a la peste que asoló la región. Entonces, el deseo que siempre había tenido de ser religiosa volvió a aflorar, pero debió luchar con la negativa de las monjas agustinas de Casia, que no aceptaban a mujeres que habían vivido en matrimonio. «Prodigiosamente fue después admitida, se dice que por intercesión de san Juan Bautista, san Agustín y san Nicolás de Tolentino, a quienes se encomendó -explica Fray Justo-. Allí vivió y estuvo dedicada al trabajo de cada día, a la contemplación y a la atención y consejo de personas necesitadas. Fue una mujer de caridad en muchos sentidos. Pertenecía a una familia de lo que en aquella época se llamaban pacificadores de Cristo, y ese carisma conciliador siempre marcó su vida. Tras escuchar a un agustino famoso por su predicación, en un sermón de la pasión de Cristo y la coronación de espinas, santa Rita experimentó un éxtasis un viernes santo, delante del crucifijo pintado en la pared del convento, y "recibió" una espina de la corona del Señor que ella pedía constantemente para unirse a Cristo a través de la pasión. Desde entonces se le formó una llaga ósea en la frente, que desprendía mal olor y que le supuso el aislamiento en el convento, aunque no dejó de trabajar por la caridad hasta el final de sus días.

VENERACIÓN EN MÁLAGA

Esta santa ha sido siempre muy popular en la familia agustiniana, incluso antes de su canonización, en 1900. Como explica Fray Justo, «existe la cofradía de "cinturados de santa Rita", que tiene grado de archicofradía dentro de nuestra orden, y es patrona de los funcionarios, a quienes se encomendaron para colegiarse por influencia de dos antiguos alumnos agustinos. Los agustinos llegaron a Málaga en 1575, y desde que están presentes aquí han extendido la devoción a los santos agustinos, entre ellos santa Rita. Durante el siglo XX hasta la quema de san Agustin, el 11 y 12 de mayo de 1931, su devoción estaba muy extendida. Luego se interrumpió pero se recuperó y vivió una explosión tremenda en tiempos de postguerra. Existían incluso "talleres de santa Rita" para ayudar a las familias necesitadas y enseñar un oficio a las mujeres en una época de tanta necesidad, que siguen haciendo un gran servicio en muchos lugares del mundo. Y es que ella siempre ha sido un modelo de caridad».

La devoción a Santa Rita en Málaga se recuperó con fuerza en el 2002, entre otras cosas por el impulso del padre Fray Agustín Herrero de Miguel OSA. En ese momento se recuperó el culto mensual todos los días 22 de mes y el triduo y la celebración solemne de su fiesta el 22 de mayo, día en que se han llegado a repartir miles de rosas. «Es una devoción muy extendida y vienen personas desde todos los rincones de la provincia. Llegan muchos testimonios de fe sostenidos por la santa que son dignos de recordar», explica Fray Justo. 

Ana María Medina

Periodista de la diócesis de Málaga

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