NoticiaPalacio Episcopal Picasso, Barceló y Jaume Plensa "Sin título", de Miquel Barceló Publicado: 18/09/2017: 13170 ArsMálaga Palacio Episcopal clausuró “La esencia de la belleza” que ha estado expuesta desde julio gracias a la Fundación Francisco Godia y que recibió más de 15.000 visitantes. En las salas finales de la muestra podemos ver obras de Picasso, José de Togores o Joaquín Torres- García. Artistas que tuvieron que hacer su andadura en el contexto internacional, cuyas obras, a pesar de estar realizadas en fechas idénticas a las obras de gusto burgués, no formaron parte en su día de colecciones españolas. Obras que se han incluido en estas colecciones algunas décadas después. Gran parte de estos artistas desarrollaron su carrera en París, como es el caso de nuestro malagueño más internacional, Pablo Ruiz Picasso. “El Rostro de muchacha” (1909) de Picasso, que podemos ver colgado de las paredes del Palacio Episcopal, es el testimonio del nuevo camino emprendido sin marcha atrás, recordemos que fue en 1907 cuando Picasso pintó su gran obra, referencia del cubismo “Las señoritas de Aviñón”. Como explican desde la Fundación Francisco de Godia «a partir de los años 90 se hace perceptible la huella de Liliana Godia al llevar la colección hasta el presente e incorporar obras de arte moderno, de vanguardia y de arte contemporáneo, tanto españolas como internacionales. Cierran la exposición dos de nuestros artistas más internacionales: Miquel Barceló y Jaume Plensa. Barceló reelabora un tema universal de la historia del arte como es el bodegón. Lejos de la representación clásica en la cual la prioridad es el virtuosismo en la representación de los elementos, aquí es la propia materia la que hace acto de presencia de manera abrupta y se convierte en el elemento. Mientras que la obra de Jaume Plensa refleja su personal interpretación del retrato como binomio entre la parte humana y la parte inmaterial. Un concepto que también aplica en la escultura monumental y que le ha aportado una gran proyección internacional». Esta última exposición ha sido la más visitada de las tres muestras que han tenido lugar a lo largo de este año en ArsMálaga Palacio Episcopal gracias al acuerdo de colaboración entre el Obispado y el Ayuntamiento de Málaga.