Noticia Sí al diálogo y a la paz Publicado: 28/07/2014: 5061 «El mundo es un legado que hemos recibido y un préstamo de nuestros hijos. Hijos que están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz» La paz en los hogares y en el mundo es un don de Dios. Es fruto del Espíritu Santo. Y conviene cuidarlo, cultivarlo, custodiarlo. Orar por la paz es necesario. Urge. Ser constantes en la oración por la paz es imprescindible. Hay demasiado sufrimiento causado por la violencia. Es posible ver cómo el deseo ardiente de cuantos anhelan la paz y sueñan con un mundo fraternal llega a término. Se hace realidad. El mundo es un legado que hemos recibido y un préstamo de nuestros hijos. Hijos que están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz; hijos que piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz. Como ha afirmado el papa Francisco «para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la sinceridad y no a la doblez». Para todo esto se necesita valor y un ánimo que venga avalado por la oración. Sabemos y creemos que necesitamos la ayuda de Dios. El Dios de la paz.