¿Cómo son los niños y jóvenes actuales? ¿A qué retos se enfrentan? ¿Cuáles son las claves para su evangelización? ¿Qué respuesta daría hoy Don Bosco a estas cuestiones? Su respuesta seria una invitación a estar abiertos a conocerlos, cómo son, cómo sienten, cómo ven el mundo, y al mismo tiempo, mirar profunda y auténticamente a nuestros principios y valores para compartirlos con ellos, dando una respuesta acertada a sus necesidades. De entre todos los rasgos que caracterizan a nuestros chicos de ahora, destacaría los siguientes:

- Tienen una mentalidad digital, fluida y colectiva. Para ellos es más importante disfrutar del camino que llegar al destino final. El placer determina la dimensión de los logros personales y profesionales. Saben mejor que nadie reconocer oportunidades que conectan pasión y trabajo.

- La flexibilidad es el camino a seguir en un mundo en constante cambio. Se entusiasman por un mundo abierto, donde probar e intervenir en algo inacabado. Les encanta el desafío de colaborar y crear colectivamente. Experiencias de compromiso, como el voluntariado, es algo que emerge en ellos con mucha naturalidad. Para ellos es importante tener un propósito que pueda ser llevado adelante de distintas maneras a la vez.

- La economía creativa, nuevas profesiones, el boom de una actitud emprendedora y la nueva fuerza colectiva, están pintando un brillante e inédito escenario en el que tendrán que vivir.

Por todo ello, Don Bosco hoy nos exhortaría diciéndonos algo así: "si queremos evangelizar en pleno siglo XXI a nuestros jóvenes, vivamos abiertos al cambio, al progreso, cargados de Esperanza en el Hombre Nuevo y en el futuro. Centremos nuestros esfuerzos en ofrecerles experiencias educativo-pastorales que les ayuden a descubrir su propósito en la vida y acompañémosles en el apasionante camino de hacerlo realidad. Mantengamos una fe inquebrantable en sus posibilidades. Convirtámonos en comunidades alegres, acogedoras y familiares, donde encuentren afecto y confianza. No se trata de hacer nada “por” ellos, sino “con” ellos. El Amor es la fuerza del Evangelio. Amar lo que haces te pone en movimiento. Hagamos que se sientan amados, solo así abrirán sus corazones y encontrarán la única manera de vivir una vida plena todos los días".

Joaquín Martín Calleja, Salesiano Cooperador