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40 años trabajando por el ecumenismo

Publicado: 05/12/2013: 6585

Lux Mundi es el sueño del padre Delius de unir a las Iglesias y a las personas. En 1973 había un considerable número de extranjeros residiendo y visitando la Costa del Sol y no había un lugar estable en el que se atendieran sus necesidades espirituales.

Así que Lux Mundi se abrió con el propósito de facilitar un lugar de encuentro y de bienvenida a las diferentes denominaciones cristianas, pero inmediatamente después se vio la necesidad de un lugar en el que se atendieran las necesidades cotidianas de la gente. De esta manera, la hermana María Delius y sus hermanas de María Reparadora vinieron a Lux Mundi Fuengirola para vivir y trabajar aquí y mantener el centro abierto los siete días de la semana. Gracias a la generosidad, al compromiso cristiano y al convencimiento de que la Unidad es necesaria, el proyecto se convirtió en una realidad, en un sitio de puertas abiertas en donde se puede encontrar amistad, apoyo y la posibilidad de compartir las riquezas y los talentos individuales con los que el Señor nos ha bendecido.

Durante esos primeros años diferentes Iglesias utilizaron las instalaciones de Lux Mundi para sus servicios religiosos, para brindar apoyo espiritual y llevar a cabo encuentros administrativos y sociales. Por ello, hoy en día tenemos vínculos muy estrechos y lazos de amistad con las diferentes Iglesias que están establecidas en la Costa del Sol.

Debo decir que ha sido gracias al apoyo y al trabajo voluntario de muchas personas, especialmente británicos, que Lux Mundi ha permanecido abierto para ayudar a muchos, orientándolos o ayudándolos en sus necesidades, cuando están enfermos, solos o necesitan un amigo o un intérprete.

Lux Mundi acoge también a diferentes grupos que ayudan a otros: por muchos años los grupos de la Universidad de la tercera edad, coros, grupos de apoyo para diabéticos, personas solas etc. han utilizado nuestras instalaciones para sus reuniones y encuentros.

Sería imposible mencionar nombres porque han sido tantas las personas que nos han ayudado durante estos años en la recepción, organizando eventos de recaudación de fondos, en el mantenimiento de las instalaciones, enseñando y compartiendo sus propios conocimientos, en la Boutique, visitando a personas que están en sus casas o en hospitales, manteniendo nuestros archivos o cuentas, y en tantas actividades, que sería una lista muy larga de personas que nos han ayudado y han trabajado en beneficio de los muchos residentes y visitantes que acuden a nosotros por diferentes motivos

En 1993 se abrió el centro de Torre del Mar para cumplir con el mismo objetivo de Fuengirola. Lux Mundi Torre del Mar es también hoy una comunidad viva y floreciente en la que también expresamos juntos el interés y el compromiso en promover la unidad, la oración y el servicio a los demás.

Cuando el padre Delius falleció en 1999, la Diócesis de Málaga y los jesuitas decidieron apoyar y promover la continuidad de Lux Mundi, ya que vieron el importante testimonio cristiano y el trabajo pastoral que desde aquí se desarrolla con la ayuda de nuestros voluntarios. Fue así como Lux Mundi se convirtió en una Fundación Diocesana dirigida por otro jesuita el padre Rodrigo Ruiz Serrano, también delegado Diocesano de Ecumenismo, como lo era el padre Delius.

Actualmente, el Presidente de la Fundación es nuestro Obispo Don Jesús Catalá Ibáñez, y el Vicepresidente el padre provincial de los jesuitas en Andalucía, el padre Guillermo Rodríguez–Izquierdo, ambos muy comprometidos con el ecumenismo, así como los otros patronos D. José Ferrari Ojeda, vicario general, y D. Guillermo Tejero, arcipreste de Fuengirola-Torremolinos junto con el padre Luis Espina y el padre Rodrigo Ruiz Serrano.

Como tesorera del centro también participo en el patronato y estoy muy agradecida por el apoyo y la confianza que todos los patronos brindan a la gestión de Lux Mundi. Actualmente somos cuatro personas, mujeres y laicas, quienes trabajamos en la coordinación, organización y control de las diversas actividades de los dos centros, pero nuestra labor sería imposible sin la invaluable colaboración de los casi 100 voluntarios que nos ayudan en el día a día.

Autor: Gloria Uribe, Directora del Centro Ecuménico Lux M

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