NoticiaEl santo de la semana Beato Diego José de Cádiz, apóstol de la misericordia Imagen del beato Diego José de Cádiz en la plaza que lleva su nombre junto al Santuario de Ntra. Sra. de la Paz, patrona de Ronda Publicado: 24/03/2021: 12844 EL SANTO DE LA SEMANA El 24 de marzo celebramos la fiesta de un beato al que hoy compararíamos con uno de esos youtubers que arrastran multitudes. Se cuenta que sus predicaciones, que tenía que hacer al aire libre por falta de aforo en los templos y catedrales, llegaban a ser seguidas hasta por 60.000 personas. La novena que él compuso se sigue rezando anualmente; y es que Diego José de Cádiz se ha quedado para siempre en el corazón de los rondeños. José Francisco López-Caamaño nació en Cádiz en 1743 y vistió el hábito de capuchino en Sevilla, a los 15 años, tomando el nombre de Diego José de Cádiz, con el que se le conoce desde entonces. Aunque al principio no terminaba de ver clara su vocación, estudiando segundo de Teología su vida sufrió una transformación radical que maravilló a todos los que lo conocían. Empezó a manifestar unas cualidades extraordinarias para la predicación, que puso en práctica durante años recorriendo Andalucía de punta a punta con misiones populares. Su palabra, siempre certera, llegaba al corazón de la gente provocando gran conmoción en las poblaciones visitadas. Tanto, que muchas aún recuerdan con cariño el paso por sus calles del capuchino al que se conocía como “apóstol de la misericordia”. Gran divulgador de la advocación de la Divina Pastora, fue reconocido por Menéndez Pelayo como la figura más representativa de la oratoria religiosa en España tras san Vicente Ferrer y san Juan de Ávila. En tiempos muy convulsos en España, con la llegada de ideas regalistas y jansenistas, su predicación calaba hasta en las más altas esferas del Estado por lo que sufrió mucha persecución. Tras recorrer prácticamente toda la geografía española anunciando la Palabra de Dios, murió en 1801. En el corazón de los rondeños A pesar de que su ciudad natal ha quedado fijada en la denominación del beato Diego José de Cádiz, tal y como era costumbre entre los capuchinos de la época, lo cierto es que su figura está muy unida a nuestra diócesis. Concretamente a la ciudad de Ronda. Aquí estudió siendo niño y aquí llamó a la conversión a las masas enfervorecidas en un descampado que aún hoy se conoce como “el Predicatorio”. Los últimos años de su vida los pasó en una casa enfrente del Santuario de Ntra. Sra. de la Paz, patrona de Ronda, en la plaza que hoy lleva su nombre. A los pies de la Virgen falleció, y allí están enterrados sus restos, que son visitados cada año por miles de rondeños. La novena que él compuso se sigue rezando anualmente; y es que Diego José de Cádiz se ha quedado para siempre en el corazón de los rondeños.