–¿Cuál es la salud de las cofradías, gozan de buena salud?

–Bueno, como todo ser vivo- y porque viven- tienen “averías”. Y al ser tan numerosas, los achaques no son pocos y se hacen más complejas con el paso del tiempo y el crecimiento cuantitativo.

–Son muchas las noticias de luchas internas dentro de algunas cofradías, en los momentos de las elecciones, de toma de decisiones, ¿cómo vive estas situaciones? 

–Como puedo y Dios me da a entender. Siempre trato de asesorarme, escuchar en mi larga vida de alumno y profesor he aprendido a escuchar mucho. Es un arte, como el silencio- el arte de callarse- que también lo voy aprendiendo, aunque se me da bastante peor. Lo paso un poco más que mal, porque soy cobarde al decidir y muy dubitativo. Alguien dijo que la gente que no duda es peligrosa, lo mismo dudar a lo tonto. Dudar no puede ser una coartada para no decidir; no cabe decir: cerrado por reflexión. Hay que intervenir en la incertidumbre y ese espacio, muy resbaladizo, es el de muchas de las decisiones. Pero, a ser honestos, casi siempre estoy muy apoyado.

–¿Cuáles diría que son las aportaciones de las hermandades y cofradías a la Iglesia de Málaga?

–Creatividad, aliento de la vivencia de la fe de la gente más sencilla. Grupos de personas que se entregan y sirven, en sus ambientes, con entereza y fidelidad, al crecimiento del Reino.

–¿Y los aspectos a mejorar?

–Es mi eterna cantinela: formación, formación, formación. No sólo teórica sino vivencial. Hay que saber que el cofrade, como todo cristiano, debe sobre todo hablar a Dios (oración) y de Dios (evangelización)

–¿Qué le parece la exposición "La Sábana Santa"?

–La Exposición es magnífica, intrigante, interpelante y valiente. Una apuesta de diálogo, abierto y sin prejuicios, entre la fe y la cultura, tan necesario como incipiente. Un buen instrumento de evangelización, catequesis e información, según la actitud de quien se acerque a ella.

–¿Cómo será la adaptación de las cofradías para hacer la estación de penitencia dentro de la Catedral?

–Entrarán por la puerta de las cadenas, seguirán hacia la de Postigo de Abades por la via sacra, continuarán por la girola para salir también por la puerta de las cadenas. Hay espacio; no hay nada que modificar y se abrevia la estación penitencial.

–Cada cofradía tiene un director espiritual, ¿no es así? Y, ¿cuál es su papel?

–Pues fundamental: orientar, alentar, preparar, acompañar en el espíritu de la fraternidad cristiana a todos los cofrades. Creo que también tenemos que insistir en su implicación en la vida de la cofradía. Pero, somos tan pocos curas que no es mucho más lo que se puede hacer. Con estas mimbres hay que trabajar.