En este contexto quiero referirme a Francesc Torralba. Al seguir sus publicaciones, uno percibe que su proyecto personal consiste en irradiar sus convicciones profundas de fe, mostrando su relevancia en temas que realmente interesan: la felicidad, la solidaridad, el civismo, el sentido, la educación, la interioridad... La clave para lograrlo está en la eficaz articulación de dos movimientos: escuchar y comunicar. En primer lugar, está la capacidad para detectar, tanto los movimientos de pensamiento emergentes, como el anhelo de felicidad y sentido que anida en el corazón agitado de los hombres y mujeres de hoy. En segundo lugar, hay que hablar de un esfuerzo activo y profundo de escucha y estudio de la fe. Por último, está la pasión por expresar de manera significativa aquello que creemos.