NoticiaLiturgia Palabra de Dios: Evangelio y lecturas del 5 de julio El personaje de san Mateo, uno de los más destacados en la serie sobre la vida de Jesús “The Chosen”, está interpretado por el actor Paras Patel Publicado: 01/04/2024: 86881 Lee la Palabra de Dios que la liturgia nos ofrece el 5 de julio. Primera lectura Lectura de la profecía de Amós 8,4-6.9-12: Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre y elimináis a los humildes del país, diciendo: «¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el grano, y el sábado, para abrir los sacos de cereal —reduciendo el peso y aumentando el precio, y modificando las balanzas con engaño— para comprar al indigente por plata y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano?». Aquel día —oráculo del Señor Dios— haré que el sol se oculte a mediodía, y oscureceré la tierra en pleno día. Transformaré vuestras fiestas en duelo, y todas vuestras canciones en elegía. Pondré arpillera sobre toda espalda y dejaré rapada toda cabeza. Será como el duelo por un hijo único, y el final como un día de amargura. Vienen días —oráculo del Señor Dios— en que enviaré hambre al país: no hambre de pan, ni sed de agua, sino de escuchar las palabras del Señor. Andarán errantes de mar a mar y de septentrión a oriente deambularán buscando la palabra del Señor, pero no la encontrarán. Salmo de hoy Sal. 118 R/. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Dichoso el que, guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón. R/. Te busco de todo corazón, no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R/. Mi alma se consume, deseando continuamente tus mandamiento. R/. Escogí el camino verdadero, deseé tus mandamientos. R/. V/. Mira cómo ansío tus mandatos: dame vida con tu justicia. R/. V/. Abro la boca y respiro, ansiando tus mandamientos. R/. Evangelio del día Lectura del santo evangelio según san Mateo 9,9-13 En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. Y estando en la casa, sentado a la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “Misericordia quiero y no sacrificio”: que no he venido a llamar a justos sino a pecadores».