Tal vez, en los últimos años, ha venido pasando desapercibido o en un segundo plano este señalado día. En Málaga, son los Servitas los que le siguen dando una especial relevancia al ser uno de sus principales cultos, para muchos el principal, celebrando la Eucaristía ese día. Pero es este año, coincidiendo con la celebración del 275 aniversario de la Venerable Orden Tercera de Siervos de María (Servitas) en Málaga, cuando, con la nueva edición del Misal Romano, la Iglesia ha querido volver a señalarlo especialmente, haciéndolo de una forma sencilla y preciosa, añadiendo una nueva oración colecta ese día.

Tal vez no sea lo más llamativo, ni lo más importante de la nueva edición del Misal, pero ese sencillo acto de introducir una nueva oración colecta nos invita a volvernos una vez más a María, a nuestra Madre, en un momento fundamental justo antes de comenzar la Semana de Pasión. Fijarnos en ella e imitarla sabemos que es la mejor manera, tal vez la única, de llegar a ser cristianos. No quiero decir que este sea el único ni el mejor día para volvernos a María, pero volvernos a Ella en su Dolor, con la suerte de saber que finalmente su Hijo resucitará, nos coloca en el camino.