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Los capellanes refuerzan su presencia en los hospitales

Hospital de Antequera
Publicado: 31/03/2020: 25790

Los capellanes de los hospitales de la Diócesis de Málaga siguen atendiendo a quien lo necesita, tanto enfermos como familiares o personal sanitario. Las limitaciones, que estos días son muchas para prevenir el contagio del covid 19, no impiden que acudan a ofrecer atención religiosa a los centros sanitarios.

Durante estos días, un grupo de sacerdotes se han incorporado como voluntarios para potenciar la atención religiosa que vienen prestando los capellanes, como es el caso del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de la capital, al que se han unido cuatro nuevos sacerdotes voluntarios o el Hospital Civil, al que se ha unido uno y el Materno Infantil de Málaga, donde hay dos capellanes, a los que se ha unido otro capellán voluntario.

Uno de los capellanes del Hospital Regional Carlos Haya es Ramón Burgueño y afirma que «estos días Carlos Haya está siendo ocupado por enfermos de coronavirus, mientras que otro tipo de enfermos está siendo derivando a otros hospitales. Podemos decir que se está transformando en un hospital de campaña y nuestra presencia es así, somos un hospital campaña acompañando a las personas que están más graves, para que no mueran solas y para que  aquellos que tienen fe estén asistidos en estos momentos. También estamos haciendo en la capilla oraciones por todos los difuntos. Se trata de ser presencia y también acompañamiento a todas las personas que trabajan en el hospital y están entregando su vida, porque está siendo muy doloroso ver como compañeros médicos, enfermeros… están la mayoría enfermando por coronavirus y siempre que nos ven es un aliento. Me decía el otro día una doctora: "qué hacéis por aquí iros a casa" y yo le decía: "aquí es donde tenemos que estar con estas personas que están tan solas, es una cuestión de amor hacia estas personas". La presencia de la Iglesia de Málaga no solo se ha mantenido sino que se ha incrementado porque es toda la Iglesia Diocesana la que está pendiente de esta realidad».

Juan José Chinchilla es el capellán del Hospital Civil y afirma que «me dejan entrar, con mascarilla y guantes, y me voy ofreciendo al que lo necesita. Estos días se viven algunos momentos muy emotivos. La semana pasada, por ejemplo, me llamaron para que fuera a visitar a una enferma de coronavirus en la UCI de Carlos Haya y la verdad salí muy satisfecho de poder atenderla a ella y a otros enfermos que se encontraban allí. Previamente las enfermeras me ayudaron a ponerme un traje que parecía de astronauta, pero fue muy reconfortante poder darle la unción de enfermos y parece que se está recuperando. Antes de irme, las enfermeras también me pidieron que las bendijera».

Carlos Acosta, uno de los capellanes del Hospital Materno Infantil, explica que «tienen una presencia cuatro días a la semana por la mañana, además de teléfono corporativo del hospital por medio del que se está disponibles las 24 horas. Así mismo, a través del teléfono personal, mantenemos contacto con personal, enfermos o familiares de enfermos. Ante la situación que estamos viviendo estos días, solemos estar en el despacho que está junto a la capilla, en el que atendemos a las personas que requieren nuestra colaboración, bien sea allí mismo, o en alguna planta. Esta tarea es una ocasión única para hacer presente al Señor y a su Iglesia, en un lugar donde tantas personas viven su trabajo con entrega y dedicación y acercar una palabra de ánimo, de consuelo y de esperanza».

El capellán del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, Rafael Quevedo, explica que su labor se centró en «la coordinación inicial con el centro para facilitar que los cinco sacerdotes voluntarios pudieran atender espiritualmente a los enfermos, ya que debido a circunstancias personales tanto yo como los otros capellanes, por razones de edad y vivir con miembros de la comunidad o familiares de avanzada edad, no podemos acudir como sería nuestro deseo». Y destaca que «los capellanes voluntarios están desarrollando una gran labor».

ANTEQUERA

Manuel Jesús Otero, capellán del Hospital Comarcal de Antequera, también ha tenido que ponerse alguna vez estos días ese traje que vemos en los informativos para administrar la unción de enfermos, y lo recuerda como «un momento gratificante, pero muy duro, porque al tener que estar aislados los enfermos se sienten muy solos. Siempre les recuerdo que nos están solos, que el Señor y la Virgen están cerca de cada uno y que no nos dejan nunca». Este sacerdote que atiende varios pueblos cercanos a Antequera explica que «la gente está rezando mucho desde sus casas y eso se nota: tienen buen ánimo y lo que más me repiten es: “cuídate mucho” porque saben que voy mucho al hospital».

MARBELLA

Mientras, en Marbella prestan servicio dos capellanes en el Hospital Comarcal “Costa del Sol”,  Agustín Zambrana y José López Solórzano, este último afirma que ellos siguen asistiendo al hospital «para acompañar al personal sanitario y a los enfermos que se puede. Pero que la situación actual es muy diferente a la de hace pocas semanas, cuando podían andar libremente por los pasillos. Ahora todo está mucho más limitado porque la mayoría de los enfermos que padecían patologías más comunes los han enviado a sus casas, para poder atender a los pacientes de coronavirus y evitar así los contagios. Y estos pacientes están aislados y en la mayoría de los casos sus familiares no pueden estar en el hospital, ya que deben permanecer en cuarentena. Yo siempre llevo encima el busca para cualquier emergencia».

RONDA

También en el Hospital Comarcal de Ronda, el sacerdote Gerardo Rosales ha reforzado su presencia para poder estar disponible al hospital por las mañanas y por la tarde, además de la atención de las urgencias.

VÉLEZ MÁLAGA

Jesús Zorrilla es uno de los capellanes del Hospital Comarcal de la Axarquía  en Vélez-Málaga y estos días explica que su presencia está más limitada a la capilla del propio hospital «para evitar así posibles contagios, pero seguimos siendo presencia y estamos disponibles con los medios de los que disponemos.

Beatriz Lafuente

Licenciada en Periodismo e Historia. Casada desde 2011, es madre de un hijo.

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