Carlos Álvarez: «Estudiar religión es fundamental» Publicado: 08/01/2014: 10229 Recién llegado de Omán, donde ha estado realizando una gira junto a la Ópera de Viena; y pocos días antes de partir para Génova, para representar el Otelo de Verdi, el barítono Carlos Álvarez (Málaga, 1966) ha recalado en su ciudad natal. Se define abiertamente como no creyente, pero no tiene reparos en defender los valores cristianos que recibió en el colegio Santa Rosa de Lima, de la Fundación Diocesana de Enseñanza Santa María de la Victoria, y en calificar de “error cultural” la posibilidad de apartar el estudio de la religión de la enseñanza pública. –¿Qué recuerdos guarda de su paso por el colegio Santa Rosa de Lima? –Es un recuerdo magnífico porque entiendo que la adolescencia, la juventud y la llegada a ese momento de toma de decisiones es muy importante y fue un tiempo feliz. Fue un tiempo de mucha intensidad tanto en lo intelectual, por los estudios; como en lo físico, porque pertenecía al equipo de atletismo de Santa Rosa. Como, además, yo tenía la intención de convertirme en médico y tenía la necesidad de estudiar y encontrar el conocimiento adecuado para que eso sucediera de la mejor manera posible, Santa Rosa fue una plataforma magnífica para poder llegar a la Universidad en condiciones, en el ambiente escolar adecuado y en una atmósfera de libertad. –¿Y cómo valora el haber recibido una formación en los valores del Evangelio? –Debo decir con toda honestidad que no soy creyente. No lo soy desde hace muchos años incluso cuando ya estaba en el colegio. Pero sí que me encontré con esa posibilidad de tener la libertad necesaria para pensar que aquello que estábamos haciendo era lo adecuado. No hubo nunca presión alguna por parte del colegio para que tuviéramos un pensamiento determinado. Me reconforta mucho el haber pertenecido a una comunidad educativa que en ese momento abogaba por el mejor de los desarrollos, intelectuales y físicos, de los chicos de esa edad. Y lo digo porque he visto el resultado de esa educación: toda una generación de enormes profesionales. –Y esos valores, ¿cómo los lleva usted a la práctica? –Cuando decidí convertirme en un cantante profesional, tuve una duda fundamental y es que ¿para qué servía mi trabajo? Yo estudié medicina cuatro años y en ese momento sabía perfectamente que el objetivo de mi trabajo iba a tener como elemento fundamental la ayuda a los demás. Cuando dejé los estudios para convertirme en un cantante profesional tenía esa duda de cómo sería capaz de echar una mano a los demás. Ahora, con el paso del tiempo, son ya 25 años de carrera, me he dado cuenta de que sí que se puede hacer. De manera indirecta, haciendo que la gente se sienta mejor, pero también de manera directa, con conciertos solidarios, podemos echar una mano a gente que no lo está pasando tan bien. –Religión y cultura van muy unidas… –Conocer cuál es la tradición cultural y religiosa de la sociedad en la que uno vive es muy importante para poder, por ejemplo, diferenciar cuál es la figura de Jesucristo en el cuadro de la última cena de Leonardo. El conocimiento de la religión es absolutamente necesario, incluso en una sociedad como esta en la que algunos pensamos que la libertad religiosa tiene que estar presente. No podemos olvidar nuestras raíces. Sería absurdo y estaríamos cometiendo un error a nivel cultural. Nuestra sociedad es judeo-cristiana. Incluso, si me apuras, el nivel de implicación del Islam también es importante. ¿Por qué obviar esa situación? No es necesario denostar el conocimiento para ser consecuente y poder elegir qué es lo que quieres hacer en cada momento. Autor: diocesismalaga.es