Cada verano, cerca de la fiesta de san Cristóbal, la Iglesia celebra una Jornada de Responsabilidad en el Tráfico. ¿Qué le parece?

Considero que todas estas iniciativas son positivas para nuestra sociedad. Este verano se volverán a producir millones de desplazamientos en nuestras carreteras, por lo que cuanta más precaución y más responsables seamos al volante, mejor. Por tanto, celebro que se lleven a cabo este tipo de iniciativas de concienciación.

El lema elegido para la campaña es “La prudencia, guía experta para el camino”, ¿es usted prudente?

Sí. Además de en la conducción, la prudencia siempre es una gran compañera a la hora de tomar cualquier decisión en la vida. Gracias a la prudencia podemos tomar nuestras decisiones de una forma más sensata y equilibrada. Pero la prudencia no está reñida con la audacia, ambas son compañeras de camino.

Usted ha sido jefa de patrulla y piloto de helicópteros. Podríamos decir que el helicóptero lo ha aparcado para sumergirse en la vida política. Supongo que desde las alturas ha debido usted ver todo tipo de infracciones.

Después de 9 años en el helicóptero de la Dirección General de Tráfico, he tenido la suerte de ver muchas cosas. Infracciones por supuesto, pero también excepcionales vistas (África desde Málaga por ejemplo) y, sobre todo, prevención y asistencia en accidentes de tráfico. La Seguridad Vial es nuestro objetivo, y cuando eres el primero en llegar a un accidente y puedes ayudar a que un escenario triste recupere la normalidad te sientes recompensado en tu trabajo.

¿Somos conscientes de que llevamos en nuestras manos la vida de muchas personas?

Habitualmente sí, aunque a veces se descuida. Por desgracia, muchas personas siguen dando positivo en los controles de alcoholemia, sin ser conscientes del peligro que eso entraña tanto para la vida propia como para el resto de conductores que comparten su camino.

Cuando se baja usted del helicóptero y toma un volante, ¿ve la carretera de forma distinta?

En ciertos aspectos sí, pero en otros no. Y me explico. Lógicamente, no tiene nada que ver la perspectiva desde un helicóptero con la que tenemos desde un vehículo. Pero sí coinciden los valores que hay que mantener en ambas situaciones, como por ejemplo la prudencia y la atención.

Hay mucha gente que lleva en su coche un san Cristóbal y reza antes de comenzar un viaje, ¿reza usted?

Tengo mucha fe en la vida y en las personas y ésta me acompaña en cada nuevo viaje que emprendo.