El barrio de Capuchinos inició este curso una nueva etapa y el reto de formar una unidad pastoral con la parroquia de El Buen Pastor. Para dar respuesta a estos objetivos diocesanos, el tradicional rosario público de la Divina Pastora abarca hasta la zona de El Ejido, para visitar así a enfermos de ambas feligresías. La patrona de Capuchinos acudió por primera vez a El Buen Pastor, donde estuvo en veneración durante varias horas.

El rosario de enfermos de la Divina Pastora de las almas supone la recuperación del culto público en el barrio, una vez pasados los momentos más duros de la pandemia. La cita fue el sábado 23 de octubre y dió comienzo a las 12.00, tras el rezo del Ángelus, en el antiguo convento capuchino de Málaga. La Virgen fue hacia El Ejido y estuvo en la parroquia de El Buen Pastor en veneración hasta las 17.00 horas. Luego partió hacia la Alameda de Capuchinos para seguir la visita de impedidos de la feligresía. Antes de las 20.00 horas regresó a la parroquia capuchinera para la celebración de la Eucaristía.

La Divina Pastora transitó por una amplia mayoría de calles anchas donde los fieles pudieron distribuirse de forma cómoda y segura. Además, el propio ritmo ligero de la procesión -con un cortejo muy reducido y sin acompañamiento musical- favoreció el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias para reducir los riesgos de transmisión de la Covid-19 durante el desarrollo de la misma. La imagen fue portada en unas pequeñas andas, a cuyos portadores se les exigió el certificado de pauta de vacunación completa, el de recuperación de la enfermedad o una prueba PCR realizada en las últimas 48 horas. Igualmente, se garantizó el uso de mascarillas por parte de todos los integrantes del cortejo y el cumplimiento de la distancia de seguridad.

Los congregantes y devotos caminaron tras las andas de la Virgen.