NoticiaEntrevistas José Antonio Rosa: «Cuánto más auténtico sea el colegio, más solicitado estará» José Antonio Rosa, durante su ponencia en las VII Jornadas de Reflexión Pastoral de la Fundación Victoria Publicado: 19/02/2019: 27273 José Antonio Rosa Lemus (Villafranca de los Barros, Badajoz, 1977) es orientador de Secundaria y Bachillerato y delegado de Pastoral del Colegio Marista Nuestra Señora del Carmen en Badajoz. Ha sido uno de los ponentes de las Jornadas de Reflexión Pastoral de la Fundación Victoria, celebradas el 15 y 16 de febrero en Casa Diocesana Málaga «El ideario es nuestra visión de la vida, y debemos transmitirlo convirtiéndolo en misión, siempre en clave de invitación, no de adoctrinamiento» El tema de las jornadas era remar juntos, y en su ponencia declinó interrogativamente el presente del verbo remar en todas sus personas. ¿Remamos todos en la educación? Cuando vi que las Jornadas de Reflexión Pastoral giraban en torno a la metáfora de remar juntos con el deseo de cuestionarnos, creí interesante plantear esas preguntas. ¿Estamos todos remando? ¿Hacia dónde? ¿Con quién? ¿Lo hacemos como equipo? ¿Invito a otros a remar conmigo? Me gustó la idea de desmenuzar estas preguntas para llegar al final a mi relación con Dios y fijarme en si verdaderamente estoy remando y, lo más importante, si dejo que Él sea quien lleve el timón en mi vida. Han sido las séptimas jornadas dedicadas a la reflexión pastoral que organiza la Fundación Victoria. ¿Es bueno pararse y pensar en educación? Es absolutamente necesario. Coger perspectiva y saber hacia dónde vamos. El mundo necesita de cristianos comprometidos y dispuestos a dar su vida por amor, también en el trabajo de cada uno. Y buscando en todo hacer un relato significativo del Evangelio: que contemos con nuestra vida, y con nuestra palabra cuando sea necesario, lo que es vital para nosotros: darlo todo por quienes más lo necesitan. Se doctoró con el tema de la “madurez vocacional”. ¿Cómo puede un colegio ayudar a un alumno a construir su proyecto personal de vida? Desde la institución en la que participo tenemos muy claro que el espacio de la tutoría es fundamental para esto, y también las asignaturas enfocadas en clave vocacional, permitiendo a los chavales responder a la pregunta de quiénes son, qué se les da bien. Por supuesto, es fundamental trabajar siempre en coordinación con los departamentos de pastoral, equipos de orientación, deportes, itinerarios de fe.... todos son elementos que ayudan mucho para esto. Y luego, cuidar la propia vida de oración, la interioridad, dentro de la comunidad educativa es fundamental, junto con la oferta de servicio, de modo que el mundo entre en nuestra comunidad y seamos capaces de ofrecer gente dispuesta a servir. Y para mí es también muy importante el testimonio de una comunidad que acompaña en todo este proceso. Por eso, es necesario formar a todos los que participamos en el centro. Se trata de procurar, a todo aquel que se acerque, un encuentro con Dios. La enseñanza concertada sigue siendo un arma arrojadiza en el discurso político de nuestro país.¿Cuál es el principal valor que tiene y por qué parece molestar a algunas personas? Lo que podemos ofertar es a Jesús, a Dios. Esa es nuestra novedad, y desde ahí tenemos mucho que aportar como una posibilidad más, porque parece que la clave es que molesta el hecho de poder elegir. El ideario es nuestra visión de la vida, y debemos transmitirlo convirtiéndolo en misión, siempre en clave de invitación, no de adoctrinamiento. Y en la Constitución nos hemos dado esa norma como sociedad, que los padres puedan elegir. Y cuanto más fieles seamos nosotros a nuestro para qué, más sentido tiene defenderlo. Cuanto más auténticos seamos, más se nos solicitará por parte de personas que vean en nosotros un proyecto para educar a sus hijos. Se le nota enamorado de su profesión... Muero de amor (ríe). Es que nos jugamos el sentido de lo que somos. Y eso es jugarse mucho.