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«No hay sitio para mis pobres, no hay sitio para mí»

Publicado: 12/10/2010: 2860

•   Benedicto XVI ha canonizado en Roma a la fundadora de las Hijas de Jesús

El amor profundo a los pobres y la fidelidad la plan de Dios fue el motor de la vida de Madre Cándida María de Jesús. Toda la Iglesia de Málaga, se viste de fiesta para unirse a la alegría de la congregación presentes en la diócesis desde el año 1943. El Sr. Obispo ha participado en la ceremonia de canonización en Roma, en la que también han sido canonizados los sacerdotes Stanislaw Soltys Kazimierczyk, Alfred Bessette y las religiosas Mary Hellen Mackillop, Giulia Salzano y Battista Camilla da Varano.

De ella ha destacado el Papa que tomó la resolución de "vivir sólo para Dios". Y lo consiguió, porque "vivió y murió para Dios", para "llevar a todos la esperanza", especialmente a los más desfovorecidos. Porque, como recordó Benedicto XVI en su homilía la nueva santa solía decir que "donde no hay lugar para los pobres, tampoco lo hay para mí".

La llegada de las Hijas de Jesús a Málaga fue el año 1943. Poco después expusieron al obispo de entonces, D. Ángel Herrera Oria, su deseo de servir a los más nece­sitados, y él las envió a un barrio llamado Arroyo del Cuarto, lugar de extrema pobreza en ese tiempo. En la actualidad hay dos comuni­dades. Una de ellas, "Villa Pro­videncia”, al servicio del Colegio conocido como “de Gamarra”. La otra, denominada Santa María, fundamentalmente es la enferme­ría, en la que están las hermanas que han dedicado su vida entera a servir al Señor en los demás. Hay también hermanas que concretan su misión entre los más necesita­dos, sirviendo en la cárcel, los sin techo, la catequesis, la inmigra­ción, casas de acogida, derechos humanos…

La hermana Lola Durán ha señalado que las aportaciones de las Hijas de Jesús a la Iglesia diocesana ha consistido en ofrecer una educación cristiana a través de presencias diversificadas, de acuerdo con los diferentes mo­mentos históricos: escuela prima­ria para todas las clases sociales, talleres de corte y confección, bor­dado, tules, punto, alfombras etc.; cursos de formación y empleo, del magisterio de la Iglesia y rural, internados; atención y catequesis a personas adultas, dentro y fuera del colegio; dispensario, presen­cia en barrios periféricos, parro­quias...

En este momento en el que su madre fundadora, Madre Cándida, es elevada a los altares, la Madre María Inés Hurtado de Mendoza, Superiora General, se­ñala que es ésta una hora que nos regala el Señor para vivir con más intensidad nuestra búsque­da cotidiana de ser más santas, siendo hijas de Dios y hermanas de todos. Es una ocasión propicia para crecer y expresar en gestos concretos nuestra gratitud, senci­llez y solidaridad.

DATOS

La Madre Cándida nació en Andoaín, Guipúzcoa, el 31 de mayo del año 1845. Hija de padres tejedo­res, trabajó como sirvienta. Se caracterizó por un amor profun­do a los pobres, hasta el punto de llegar a afirmar que “donde no hay sitio para mis pobres, no hay sitio para mí”.Analfabeta, supo escuchar a Dios en la vida (la situación de la niñez y juventud femenina es­taba necesitada de superación y de crecimiento en dignidad como personas) y reconocer su volun­tad: fundar una Congregación dedicada a la educación. Miguel de San José Herranz, SJ, le ayudó mientras estuvo cer­ca, desde el aprendizaje de las primeras letras en castellano, hasta la adaptación de las Cons­tituciones de la Compañía a la situación del nuevo instituto. Ésta tuvo lugar en Salamanca, el 8 de diciembre de 1871.

+ info en la web de la Congregación

Autor: diocesismalaga.es

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