Los Círculos de Silencio de la capital y la provincia se han celebrado, este mes de mayo, el miércoles 8 en Alhaurín de la Torre, Arriate, Churriana, Málaga, y Yunquera.

SOBRE EL TRABAJO

El tema que guió el Círculo de Silencio de la capital fue, por tratarse del mes de mayo, el trabajo, la explotación laboral que padece en muchos casos la persona migrante y los obstáculos al arraigo laboral de los solicitantes de asilo. 

Como expresó la delegada en este manifiesto Pilar Gallardo, durante el transcurso del Círculo en la capital, «El pasado día 9 de abril, justo cuando se admitía a trámite la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de personas migradas, se emitía una Instrucción desde la Secretaría de Estado de Migraciones, por la que se establecen los criterios de aplicación de una Sentencia de nuestro Tribunal Supremo, que aborda el estatuto jurídico del solicitante de protección internacional. Conforme a dicha Sentencia y la referida Instrucción, el solicitante de protección internacional está en una situación peculiar, que no es ni de estancia, ni de residencia, sino de mera permanencia: una situación de tolerancia para permanecer en el país durante su solicitud y con carácter preventivo. Esto implica que el tiempo trabajado y cotizado en España, de acuerdo al permiso de trabajo que se le concede a los solicitantes de asilo, no sirve para solicitar arraigo laboral, y que el tiempo de permanencia en España, mientras dura la solicitud, no cuenta como tiempo de permanencia para acceder a ningún tipo de arraigo. ¿Qué expectativas les quedan? ¿Quién va a contratar a una persona en tal situación de inestabilidad? ¿Qué proyectos de futuro pueden hacer si los esfuerzos de integración no sirven para nada?»

Las palabras de la delegada acabaron con una llamada concreta «a nuestros jueces y Tribunales de Justicia a unirse a nuestra reflexión: Tenemos unas leyes que aplicar, unas normas que interpretar, pero el centro y fundamento de la ley es proteger la dignidad de la persona, de todas las personas, sin distinción, ni discriminación. Y pedimos al Gobierno de España que, por el bien común, utilice todos los instrumentos a su alcance para evitar la situación de vulnerabilidad de las personas que están trabajando. Es urgente agilizar y flexibilizar el procedimiento de asilo y de la protección subsidiaria, garantizar la protección de las personas -también- por la vía de razones humanitarias y regular de forma clara el arraigo laboral, pues ahora se ha quedado vacío de contenido».

Desde la Hermandad Obrera de Acción Católica en Málaga, se añadió una reflexión en torno a la situación laboral de las personas migradas. En ella, se dijo: «No debemos olvidar que si los trabajadores migrantes, obligados a vivir de la economía sumergida, pudieran regularizar su situación laboral, se contribuiría de un modo más eficaz a las arcas del Estado mejorando la situación de la Seguridad Social y de todos los Servicios Sociales que hoy en día carecemos. Además, ante el crecimiento demográfico negativo de nuestra sociedad, se va a necesitar la incorporación de nuevas manos de obra que serán aportadas si regularizamos a los trabajadores migrantes. Pero no se trata sólo de recordarnos estos datos interesados, es un llamamiento a recrear la esperanza entre nosotros como fuente de compromiso.

La Delegación de Migraciones destaca que este acto tuvo lugar en el contexto de la reciente presentación en Madrid de la exhortación pastoral “Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes” de la Conferencia Episcopal Española que pretende actualizar la identidad y el marco de referencia de la pastoral con personas migradas y ofrecer, desde la diversidad aportada por las migraciones, algunas claves para afrontar los desafíos del futuro.

Con actos como el convocado para este miércoles, desde la Delegación pretenden «apostar por el trabajo en red y la colaboración con la sociedad civil, por eso queremos ayudar a impulsar la Plataforma de Solidaridad con migrantes y refugiados de Málaga».