NoticiaCoronavirus La caridad se convierte en mascarilla Publicado: 26/03/2020: 23391 La caridad ni descansa ni se cansa y, ante esta epidemia, la parroquia malagueña de El Salvador, la ha convertido en miles de mascarillas cosidas por cientos de voluntarios y entregadas a instituciones necesitadas. Ana Elena es enfermera del Hospital Materno Infantil de Málaga y feligresa de la parroquia de El Salvador, en la zona de La Térmica. Una necesidad que le quitaba el sueño se convirtió en una oportunidad de sacar lo mejor de sí misma y de todos los que se han unido a su iniciativa. «Me sentía impotente ante la escasez de mascarillas quirúrgicas que existía en el hospital y recordé que las enfermeras mayores me contaban que las mascarillas quirúrgicas que se usaban en el quirófano antes eran de tela 100% de algodón. Encontré por internet un grupo de modistas que las estaban haciendo en Zaragoza y me puse en contacto con ellas. Mi gran problema era que yo no sé coser en tela, sé hacer suturas en la piel, así que comencé a buscar a quien me pudiera echar una mano», así explica Ana Elena cómo comenzó esta iniciativa solidaria. Ella es natural de Tolox y esa fue su primera llamada, contactó con las costureras del pueblo, a las que envió unas instrucciones sobre cómo realizar dichas mascarillas siguiendo las normas de seguridad y desinfección. «Pero yo seguía dándole vueltas», reconoce Ana Elena, «y llamé a mi párroco, Miguel Ángel Criado, que me animó a ponerme en marcha. Me pidió que grabara un vídeo en el que explicara el proceso de creación de las mascarillas y la necesidad existente, y que lo pasáramos a todos los grupos de la parroquia, pidiendo ayuda a las personas que supieran coser. Y eso hice». Ana Elena no imaginaba la circulación que tendría dicho vídeo y hasta dónde llegaría y afirma emocionada: «la respuesta fue magnífica. Se unieron otras parroquias como la Amargura, Santa Inés, Santa Rosa de Lima… y comenzamos a organizar grupos de trabajo por zonas de Málaga, para movernos lo menos posible. También hablé con algunas amigas y surgió un grupo en Alhaurín de la Torre, otro en La Cala del Moral, en Casabermeja… La ayuda se va extendiendo y en la parroquia creamos una comisión para organizarnos mejor, con un grupo de recogida de peticiones y otro de búsqueda de necesidades. Se nos han unido cientos de personas enamoradas de este proyecto solidario» Aún quedaba un problema más por resolver. Estamos en una época de confinamiento, cómo hacer el reparto de las mascarillas a las instituciones necesitadas de ellas. Ana Elena se puso al habla con la Jefatura de la Policía Local y «se ofrecieron para ayudar en el reparto, porque vieron que era una iniciativa solidaria en beneficio de todos los malagueños. De hecho, el primer pedido fue entregado a la Policía Local y ya se han entregado cerca de 2.000 en residencias como la de Madre Carmen, Monsalve, Sagrado Corazón y la de las Hermanas Mercedarias, el Colegio Dulce Nombre, a las enfermeras, el Punto Limpio del Guadalhorce, Servicios Operativos del Ayuntamiento, supermercados, farmacias, Vialia, Protección Civil de Cártama… también hemos repartido a vecinos, fruterías, carnicerías y a todo aquel que nos las pide». Una experiencia inolvidable de solidaridad que sigue emocionando a Ana Elena, sobre todo al recordar que «me han llamado abuelillas mayores que están solas en casa y que han recortado la tela de sus sábanas de novia para hacer mascarillas siguiendo todas las normas de seguridad e higiene… Yo me emociono ante tanta solidaridad porque, con la idea de una humilde servidora, Dios ha multiplicado los frutos. Para nosotros esto es un rayito de esperanza y de alegría en esta situación tan triste. Y por eso quiero dar las gracias a todo el mundo por este río de solidaridad, y sigo lanzando el llamamiento para quien quiera colaborar, que puede hacerlo llamando al 677 64 18 17. Y muchas gracias porque, entre todos venceremos y pronto nos abrazaremos». Y de unas manos solidarias a unos rostros necesitados La Residencia Madre Carmen de Málaga es una de las instituciones que recibió mascarillas solidarias 100% de algodón confeccionadas por el grupo de voluntarios organizado por la parroquia de El Salvador, en la zona de La Térmica. Su directora, Madre Ana Vegas explica que la llegada de las mascarillas «fue una alegría enorme para nuestra casa porque estábamos intentando hacernos algunas, pero no teníamos tiempo. Tenemos varios miembros de la plantilla en cuarentena y el trabajo se nos multiplica, así que fue la providencia del Señor la que nos trajo, a través de la generosidad de estos voluntarios, más de 70 mascarillas que nos han venido muy bien para proteger a los que cuidamos». En la residencia Madre Carmen aún no tienen ningún caso de contagio entre los 79 residentes y las 16 hermanas mayores de la congregación que la habitan, «eso nos hace estar más tranquilas, pero entre los trabajadores tenemos algunos en cuarentena. Hemos tenido que cambiar la dinámica de las actividades, para evitar el contacto entre ellos, pero seguimos haciendo actividades. Lo más doloroso es no poder tener contacto con los familiares, lo que intentamos hacer más llevadero con las videollamadas. Y, como todos, tenemos una gran preocupación, por la situación que se está viviendo». A pesar de la tranquilidad de aún no tener ningún contagio, Madre Ana afirma que «las residencias nos hemos visto muy desamparadas. No tenemos medios para hacer frentes a una enfermedad contagiosa como esta. Por eso no me extraña que las residencias con casos numerosos de contagios hayan mostrado su preocupación y su protesta». Pese a todas las dificultades, Madre Ana habla con esperanza porque «el Señor está con nosotros y de todo esto sacaremos bien, es más, ya se está viendo la solidaridad de muchas personas. Estamos sacando lo mejor de nosotros mismos y hay que tener confianza en que el Señor está con nosotros. Estamos rezando mucho por los enfermos, los fallecidos, los familiares, el personal sanitario y todos los que cuidan de nosotros. Sin duda, está siendo una Cuaresma muy especial».