Parece que, al final, se ha impuesto el sentido común en un asunto en el que existe un amplio consenso en la mayor parte de la población. Y es que sólo desde una postura extremista e intolerante cabe en la cabeza una propuesta como la de retirar un símbolo tan propio de nuestra cultura.

Este mismo sentido común se impuso recientemente en nuestra propia diócesis, concretamente en el colegio Carazony, de la localidad de Coín, donde la imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona del pueblo, fue retirada a  petición de un reducido grupo de padres. La firme posición de otro grupo de padres, esta vez mayoritario, logró movilizar al pueblo entero, acaparar la atención de los medios de comunicación nacionales y forzar a la dirección a recapacitar y darse cuenta de lo arbitrario de su decisión. La imagen tuvo que volver a colgarse en su lugar original.  

En estos días acabamos de conocer, además, que el 71 por ciento de los alumnos españoles pide cursar voluntariamente la asignatura de Religión Católica. Y es también el sentido común el que guía a los padres y a los alumnos a estudiarla. Porque sin ella, es difícil entender la cultura, la historia y el patrimonio de valores de la sociedad en la que vivimos.

Es el mismo sentido común que llevó a un profesor de Religión malagueño a preguntarse en internet en qué ofendían a nadie las obras de arte que reproducimos sobre este texto. Recibió adhesiones por miles. De sentido común.

Artículo de "Redacción" de la revista Diócesis