NoticiaMigraciones Círculo de Silencio, este miércoles Círculo de Silencio // F. GUZMÁN Publicado: 08/01/2024: 8242 Convocatoria El primer Círculo de Silencio del año tiene lugar en la capital y en varios puntos de la provincia de Málaga. La Delegación de Migraciones quiere, con este gesto, poner en el centro la realidad de los migrantes y refugiados, generando un espacio de reflexión y oración ciudadana. En la capital, el encuentro tiene lugar el miércoles 10 de enero, a las 20.00 horas en la plaza de la Constitución. Desde la Delegación de Migraciones, afirman que «el nuevo año llega con un aumento de las cifras de llegada de inmigrantes a nuestras playas. Los rescatados en las costas de Málaga se duplican en 2023. El número total asciende a 383, mientras que el año pasado fueron 187 personas. La causa no está en el capricho de los que vienen, sino que es consecuencia de la injusticia a la que hemos sometido las reglas de juego de este mundo. Hermanos nuestros siguen arribando a los puertos de Europa. El reto que se nos plantea es el de una acogida digna y una denuncia contundente de los mecanismos que provocan la muerte de seres humanos en el mar, en los conflictos armados, por el cambio climático o por la falta de oportunidades. Hay que acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes. Se trata de una responsabilidad a largo plazo. Por eso es importante prepararse adecuadamente para los retos de las migraciones actuales, comprendiendo sus aspectos críticos, pero también las oportunidades que ofrecen, con vistas al crecimiento de sociedades más inclusivas, más bellas y más pacíficas». En Alhaurín de la Torre, la cita es el lunes 8 de enero, a las 19.30h., en Arriate, el miércoles 10 a las 19.30 h. y en Churriana, ese mismo día 10, a las 19.45 h. ¿Qué es el Círculo de Silencio? Los Círculos de Silencio están inspirados en la “no violencia” y comienzan en Francia por iniciativa de un sacerdote franciscano francés, Alain J. Richard, para promover la solidaridad con los inmigrantes y que apela a la conciencia de quienes hacen las leyes, de quienes las aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas. «Si no cambiamos nuestras conciencias, no podremos cambiar el mundo. Ésa es la premisa sobre la que gira este encuentro en el que pueden participar creyentes y no creyentes. En él se invita a todos los asistentes a reflexionar u orar durante media hora, en silencio, sobre el drama que están viviendo los emigrantes y refugiados», afirma Ramón Muñoz, miembro del equipo de la Delegación Diocesana de Migraciones. El objetivo no es promover acciones concretas, sino, como explica Muñoz, que cada persona «a raíz de esta reflexión, se sienta interpelada y urgida a actuar en su propio ambiente acogiendo a estas personas, dándole voz, porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. No podemos caer nosotros mismos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo, como nos recordaba el papa Francisco en la bula de convocación del Jubileo de la Misericordia. Nuestra denuncia y nuestra presión pueden hacer cambiar la política de nuestros gobiernos». Y añade: «con este gesto queremos hacer realidad la recomendación que nos hacía el Papa a las diócesis, de que la celebración de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado no se redujera sólo a un hecho puntual. Por eso ponemos en marcha el “Círculo de Silencio” con vocación de perdurabilidad, hasta que los derechos de estos hermanos nuestros sean respetados».