Este viernes 21 de enero, llegó el momento culminante de toda la visita en la Audiencia con el Santo Padre en la que los obispos han mantenido un encuentro con el sucesor de Pedro.

El programa de la Visita ad limina concluyó el sábado 22 con la visita a la Secretaría de Estado.

El jueves 20, Mons. Catalá concelebró la Misa votiva de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en la Basílica Pontificia de San Pablo Extramuros. Posteriormente participó en la reunión informativa con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y con la Congregación para la Educación Católica, así como en la recepción en la Embajada Española ante la Santa Sede.

El miércoles 19 de enero, D. Jesús Catalá concelebró la Misa votiva de la Virgen en la Basílica Pontificia de Santa María la Mayor de Roma. A lo largo del día participó de la visita a la Congregación para el Clero y al Dicasterio para la Comunicación.

En la mañana del martes 18 de enero, el Obispo de Málaga concelebró la Misa votiva por la Iglesia quetuvo lugar en la Basílica de San Juan de Letrán, la Catedral de la diócesis de Roma, donde tiene su sede episcopal el Papa. Un templo considerado por ello "madre y cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra". A lo largo del día de hoy, está previsto el encuentro de todos los obispos participantes en la Visita ad limina con la Congregación para los Obispos, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y el Sínodo de los Obispos, entidad esta última en la que D. Jesús trabajó durante 10 años. Ese día, la web informativa de la Santa Sede, Vatican News, publicó la siguiente entrevista a Mons. Catalá.

El lunes 17 de enero, Mons. Catalá concelebró en la Misa que tuvo lugar en el altar de la tumba de San Pedro situada en la cripta de la Basílica Papal dedicada a dicho apóstol. A lo largo de la mañana, los prelados tuvieron distintas reuniones con diversos organismos de la Santa Sede como el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

En la Visita ad limina, los obispos expresan su comunión con el sucesor de Pedro, veneran los sepulcros de San Pedro y San Pablo y dan cuentas de su gestión y de la vida de sus diócesis en los organismos de la Santa Sede. Los orígenes históricos de la Visita Ad Limina se remontan al siglo IV, aunque fue el Papa Sixto V quien la institucionalizó en 1585.

La Visita ad limina la deben hacer todos los obispos, cada cinco años, a Roma. Con motivo de la pandemia el papa Francisco se había visto obligado a suspender estas visitas a causa de la situación provocada por la covid–19. Este mes de septiembre ha vuelto a retomar sus encuentros con los obispos de todo el mundo.

La última Visita ad limina de los obispos españoles fue en el año 2014, en el primer año de pontificado del papa Francisco.