NoticiaOración «El Rosario es como ver el álbum de la Pasión con María» Patxi Velasco Fano Publicado: 28/09/2020: 22412 El dibujante malagueño Pachi Velasco "Fano" cuenta a diocesismalaga.es cómo reza y cuál es su oración favorita. Pachi Velasco aprendió de sus padres a rezar con las oraciones tradicionales que luego él mismo ha enseñado a sus hijos. El padrenuestro, el avemaría, el “bendita sea tu pureza”, etc. «La devoción a María y el rezo del ángelus me vino más tarde, gracias a las catequistas de mi comunidad. Ella es muy importante para mí y le encomiendo muchas cosas de mi vida de pareja», confiesa el dibujante. Pero también los momentos de necesidad han sido sus maestros de oración. Así han calado en él oraciones como la de “Hazme instrumento de tu paz”, de san Francisco o “Padre me pongo en tus manos”, de Carlos de Foucauld. «Cuando busco un espacio de retiro interior para dibujar cosas de Dios, encuentro también muchas joyas, como unos audios que he descubierto ahora con textos de san Rafael Arnaiz», añade. Para él, el móvil es un aliado, desde aplicaciones como “Rezando Voy” o “Diez minutos con Jesús” hasta la mensajería instantánea. «Recibo diariamente mensajes de personas que comparten el evangelio o reflexiones, y que son como un goteo de Gracia. También rezo en casa con los niños cuando bendecimos la mesa o cuando llega la hora de dormir y, con música, como Ixcís, Brotes de Olivo, Unai Quirós o Santiago Benavides. De forma más íntima antes de dormir, cierro los ojos, reviso el día, me pongo en presencia del Señor, le doy gracias, le cuento mis angustias... Me gusta mucho recordar cada día que el domingo comulgué, y que el Señor está conmigo, me habita, y que me sumo a su proyecto del Reino de Dios». Un descubrimiento en su vida reciente ha sido el Rosario. «Antes me costaba pero ahora me da mucha paz. Es como si viéramos con María el álbum de fotos de lo que pasó su hijo. Me encanta ver esta historia de vida, que acompaña mi dolor y mi alegría durante la semana», explica. Instrumento de tu paz Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
 Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. 
 Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. 
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. 
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. 
 Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. 
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. 
 Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. 
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. 

 Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, 
 ser comprendido, cuanto comprender, 
ser amado, cuanto amar. 

Porque es dándose como se recibe, 
 es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, 
 es perdonando, como se es perdonado, 
es muriendo como se resucita a la vida eterna. 

(atribuida a San Francisco de Asís)