Fernando Luque, vicerrector del Seminario Mayor, da voz a esta iniciativa para jóvenes, de entre 15 y 18 años, que sienten una inquietud vocacional sacerdotal. Como parte de sus convivencias anuales, este curso han culminado con el Camino de Santiago. Para ellos, ha sido «una experiencia de fe y vocación, de camino y esfuerzo», explica Luque. Estos 120 kilómetros de peregrinación han supuesto una «experiencia muy fuerte» para los jóvenes, que en cada etapa han sentido una cercanía mayor a Dios y la posibilidad de hacerse a si mismos muchos planteamientos espirituales. Para el vicerrector, «es una experiencia muy buena y gratificante».

Esta convivencia arrancó el día 8 de julio desde Sarria y finalizó el 15 de julio con la llegada a Santiago de Compostela y el abrazo al apóstol. La rutina diaria era siempre la misma: oración, desayuno, etapa, catequesis, Eucaristía... aunque cada día era diferente al anterior.

En el Seminario Menor ya habían realizado el Camino de Santiago hace años, aunque en esta ocasión, como en cada una de ellas, ha sido «un regalo el poder disfrutar de este camino espiritual, pero sobretodo ha sido ilusionante el poder descubrir la fe de los más jóvenes», expica Luque.