NoticiaDiócesis Mons. Catalá: «Todos debemos tutelar el derecho a la vida» La Catedral de Málaga está dedicada a la Anunciación del Señor. FOTO: S. FENOSA Publicado: 26/03/2015: 13467 La Catedral celebró el 25 de marzo el día de su titular, la Anunciación del Señor, con una eucaristía solemne presidida por el obispo de Málaga. En la fiesta de la Encarnación, la Iglesia celebra la Jornada por la Vida, fecha que Mons. Catalá señaló como «una ocasión propicia para tomar mayor conciencia del valor de la persona humana y de la responsabilidad de implicarnos en su defensa, especialmente de las personas más vulnerables, débiles e indefensas». El Sr. Obispo comenzó recordando la advocación a la que está dedicado el primer templo de la diócesis: «La Catedral malagueña vive hoy con alegría su fiesta titular y exulta de gozo, alabando a Dios y dándole gracias por el misterio inefable de la presencia del Altísimo entre los hombres. Felicitamos al Cabildo-Catedral, que es quien cuida la liturgia en este primer templo de la Diócesis; y agradecemos su entrega generosa en el ejercicio del ministerio sacerdotal. Ahondando en el misterio de la Encarnación, al hilo de las lecturas proclamadas en la Santa Misa, el prelado señaló que ¨cada uno de nosotros podemos encontrarnos con Jesucristo, el Hijo de Dios, hecho hombre. Cada persona humana, de cualquier época o condición puede ser renovada, gracias a la fuerza transformadora del amor de Dios» y añadió: «Cristo se ha unido contigo, conmigo, con cada uno de nosotros». Adentrándose en el significado de la Jornada por la Vida, Mons. Catalá afirmó que «la naturaleza humana ha sido asumida y redimida por Jesucristo». Por lo tanto, «Nada ni nadie puede impedir que ningún ser humano sea elevado a la dignidad de hijo adoptivo de Dios. Esto tiene unas consecuencias muy importantes. El hecho histórico de la Encarnación desvela la verdad acerca del hombre y del mundo». La homilía denunció que «en nuestra sociedad se valora a veces a la persona por lo que tiene, por lo que produce. Los cristianos, en cambio, estamos llamados a valorar y apreciar al ser humano por sí mismo, independientemente de lo que posea, de lo que pueda hacer o de su estado de salud. El hombre ha sido querido por Dios, elegido eternamente y destinado a la gracia y a la gloria». El obispo de Málaga exhortó finalmente, a la sociedad, a trabajar en favor de la vida: «Todos estamos obligados a cuidar de los seres humanos, sea cual sea su condición, desde su concepción hasta su muerte natural. También las instituciones tienen esa misma responsabilidad. Todos debemos tutelar los derechos humanos, sobre todo el primero y principal, que es el derecho a la vida. Cuando una sociedad pisotea el derecho a la vida, de manera consiguiente pisotea otros muchos derechos». El texto íntegro de la homilía pinchando aquí